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Seiko celebra los 50 años del cronógrafo con dos grandes relojes

El Prospex SRQ029 y el Presage SRQ031 incorporan características de los primeros cronógrafos automáticos de Seiko, y estarán disponibles en ediciones limitadas de 1,000 piezas.

Seiko celebra los 50 años del cronógrafo con dos grandes relojes

El cronógrafo automático cumple 50 años, y para celebrarlo, Seiko ha anunciado la creación de dos modelos que incorporan esta complicación, inspirados en relojes icónicos de su pasado: el Prospex SRQ029 y el Presage SRQ031.

Ambos relojes estarán disponibles en ediciones limitadas de 1,000 piezas cada uno, a partir de diciembre de 2019.

Prospex SRQ029: Con raíces en 1969

Un año fabuloso, en el que además del aterrizaje del hombre en la luna, la industria relojera reveló el cronógrafo automático en tres espléndidas ediciones: en El Primero, de Zenith, el Chronomatic modular, desarrollado por Heuer, Breitling, Buren y Dubois-Depraz y el Caliber 6139, de Seiko, el primer cronógrafo automático del mundo con rueda de columna y embrague vertical.

Para celebrar el cal. 6139, el Prospex SRQ029 toma prestados elementos de diseño de un cronógrafo Seiko “Panda” de 1970. Esto incluye los subdiales de panda de alto contraste, el acabado de la línea del reloj, marcadores de hora similares, marcadores de taquímetro, y segundos de cronógrafo con punta naranja.

Como concesión a la practicidad actual, el Prospex SRQ029 agrega un tercer subdial por segundos de funcionamiento. El dial está protegido por un cristal de zafiro en forma de caja para completar el aspecto vintage, y su caja y brazalete son de acero con “recubrimiento súper duro” para resistir a pequeñas marcas.

En el interior, el Prospex SRQ029 utiliza el moderno movimiento cronógrafo 8R48 que refleja las características principales del original de 1969: automático, rueda de columna, embrague vertical.

Presage SRQ031: Con origen en 1964

Aunque 1969 fue muy trascendental para todo el planeta, 1964 no fue de menor importancia para Japón. Poco menos de dos décadas despúes de la Segunda Guerra Mundial, la nación japonesa recibía los primeros Juegos Olímpicos de Asia.

Uno de los avances tecnológicos con los que Japón sorprendió al mundo fue con el primer reloj cronógrafo japonés: el Crown 45899 de cuerda manual, de Seiko.

El reloj es tan pintoresco e inteligente que Seiko debería pensar seriamente en volverlo a emitir. Es un cronógrafo simple de un solo empuje, con movimiento de cuerda manual con rueda de columna y acoplamiento lateral. El único pulsador arranca, se detiene y reinicia la manecilla central del cronógrafo para medir los segundos transcurridos.

El Presage SRQ031 conmemora la ref. 45899 de manera diferente, pero al menos se aproxima a través del diseño. Cuenta con cristal de zafiro en forma de caja, bisel estrecho marcado y forma de caja inclinada hacia adentro para sentarse cómodamente en la muñeca. Por dentro cuenta con el cal. automático 8R48.

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