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Prueba de Manejo

Mercedes-Benz Clase A 200 Sport 2019 a prueba

Estamos ante la versión hatchback.

Mercedes-Benz Clase A 200 Sport 2019 a prueba

Antecedentes

Hablar de Mercedes-Benz es referirse a uno de los primeros protagonistas de la automoción como la conocemos hoy: Bertha Benz hace mucho más de un siglo tomó prestado el invento de su marido Karl y se llevó a sus hijos de paseo a ver a la abuela, así como Bertha realizó el primer viaje en automóvil, al hacerlo en compañía de sus hijos convirtió el Benz Motorwagen en el primer auto familiar de la historia.

Aclaremos que el Clase A de Mercedes-Benz no es el primer auto familiar de la historia, pero si fue creado bajo la premisa de ser un auto pensando en ella. Los inicios de la historia de la “A Klasse” se remontan a 1997, cuando con bombo y platillo la entonces DaimlerBenz, justo un año antes de convertirse en DaimlerChrysler presenta un extraño y novedoso vehículo denominado simplemente como Clase A, cuyo código interno fue W168, era el final del Siglo XX y en esos años los monovolúmenes eran lo que el cliente requería, y la Clase A se encasilló en ese segmento, pues su carrocería era alta.

En 1997 el Clase A se encargó de que todo el mundo conociera la “Prueba del Alce”, ya que un periodista europeo realizó tal maniobra para ilustrar su prueba de manejo y el novedoso Clase A terminó volcado, esta prueba fallida se hizo del dominio público y en un mundo en donde las redes sociales eran desconocidas, la noticia corrió bastante rápido y todo el mundo se enteró del hecho. Mercedes-Benz reaccionó de una manera positiva y en lugar de esconder la cabeza cual avestruz dio la cara y prometió corregir el problema, y después de algunas investigaciones llegó a a la conclusión de que su nuevo monolvolumen necesitaba un control de estabilidad electrónico, y dotó a todos los autos con dicho dispositivo, siendo así el primer vehículo de carácter generalista y masivo del mundo en portar ese tipo de asistencias, que en esos años estaban reservadas a los vehículos de súper lujo como el Clase S.

La primera generación se fabricó y comercializó de 1997 al 2004, y era un vehículo pequeño y alto, medía 3.605 metros de largo. En el 2004 llega la segunda generación, denominada W169 y estuvo disponible hasta el 2011, ese vehículo era un poco más largo, pero conservó el estilo inicial, medía 3.840 metros de largo. La tercera generación es develada en el 2012, bajo el código W176 y cuyas formas ya no remitían a un monovolumen, ahora era un hatchback declarado, las dimensiones crecieron y la longitud total rompió los cuatro metros de largo, el dato exacto es: 4,290 mm y se vendió hasta 2018 año en que llega la cuarta generación W 177, muy parecida exteriormente a la que sustituye pero con otras dimensiones y tomemos como ejemplo la longitud total que en este modelo 2019 es de 4,419 mm y si lo comparamos con el largo de la primera generación de la Clase A nos damos cuenta que en 21 años el vehículo ha crecido 81.4 centímetros de largo.

 

Precio $690,000 pesos

Características técnicas y mecánicas

El Clase A porta un pequeño –pero muy eficiente motor de gasolina- de cuatro cilindros en línea, de 1,332 cc de desplazamiento asistido de un turbocargador, este mencionado propulsor denominado internamente como M282 fue desarrollado en conjunto con la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi. Genera 163 hp en el rango de las 5,500 revoluciones y genera un torque de 148 lb-pie desde las 1,460 rpm. Está acoplado a una transmisión DTC (Doble embrague) de siete cambios. La disposición del tren motor es transversal y la tracción es delantera, aunque no dudamos que en algunas versiones más radicales el fabricante lo dote de un sistema de tracción integral (4Matic)

 

 

Medidas

Como lo comentamos al inicio de esta prueba el Clase A 2019 es el más grande de todos, la longitud total es de 4,419 mm, la altura es de 1,440 mm, el ancho es de 1,796 mm y la distancia entre ejes es de 2,729. El peso ronda los 1,300 kilos. Los rines son de aluminio de 18 pulgadas y las llantas tienen un ancho de 225 mm con un perfil 40.

 

Infotainment

Así es como Mercedes-Benz denomina sus sistema de información y entretenimiento al usuario, que ahora se ve complementado con Apple CarPlay y Android Auto. La nota amarga es que solo ofrece conexión via USB C, y aun no todos los dispositivos son compatibles con este tipo de conector

¡Hey Mercedes!

Si uno pronuncia esa frase dentro del vehículo, el asistente personal a bordo contestará, y nos preguntará que función desea que realice, desde una llamada hasta buscar un destino y que nos guie utilizando el navegador, una voz femenina –al más puro estilo de SIRI- nos contesta y acata nuestras ordenes a bordo.

Los interiores

Este es el rubro más importante del Clase A, si bien el propulsor y la caja son una novedad también, la atmosfera a bordo es lo que más hay que resaltar del vehículo, ya que no olvidemos que el Clase A es el Mercedes de entrada a la marca, en esta ocasión y con esta versión la gente de Daimler se pulió, ya que la sensación a bordo es como si estuviéramos en un min Clase S, todo en el interior se siente Premium, bueno hasta las tapicerías que son de material sintético (Cuerhule) se sienten de lo mejor. Todos los materiales, la conjunción de los mismos es de primera, lo único cuestionable es que no ofrece un sistema de aire acondicionado bi-zona.

 

El cuadro de instrumentos

En el W 177 ya no encontraremos ningún medidor analógico, toda la información se despliega en dos pantallas, la primera ocupa el lugar tradicional del cluster de instrumentos, es completamente configurable a gusto del conductor y despliega toda la información inherente al comportamiento del vehículo, la segunda pantalla localizada al centro del tablero es donde se despliega toda la información del sistema de infoentretenimiento, navegación, modos de manejo y la visión de la cámara de reversa. Al los distintos menús se puede acceder de varias formas, la primera es con el accionamiento táctil de la pantalla –algo también nuevo en Mercedes- o mediante la selección en un pequeño panel ubicado en la consola central, y ya que hablamos de dicha parte hay que comentar que aquí se localiza el selector de los modos de manejo y un poco más arriba encontramos el “Pad” para carga de inducción inalámbrica. Cuenta con varios puertos USB C únicamente, lo que obliga al usuario que no tenga dispositivos de última tecnología dotados de ese tipo de puertos a usar un adaptador. Para cerrar el apartado de interiores les comentamos que la luz ambiental puede regular su tonalidad a gusto del conductor, una paleta de 64 colores está al alcance de los dedos, y como podrán imaginar para programar esta preferencia se accede a los ménus en la pantalla central.

 

Tras el volante

Con la agradable experiencia Premium de los interiores, uno se espera que la sensación de manejo sea muy similar a la experiencia a bordo, y en efecto no nos defraudó el comportamiento del pequeño motor de 1.3 litros, cuyo desempeño es constante y gracias al turbo las aceleraciones son constantes y no deja de empujar mientras no soltemos el acelerador, la caja DTC hace su trabajo también de forma rápida y muy precisa, el escalonamiento en los distintos modos de manejo siempre procura la selección adecuada.

El esquema de suspensión está orientado al confort, aunque con las llantas de bajo perfil la comunicación entre la superficie por donde se circula y el volante es muy real y constante, y pese a la asistencia eléctrica de la dirección, la sensación no es artificial ni anestesiada, tiene la suficiente firmeza para darnos seguridad en los trazos, y la adecuada suavidad en maniobras de estacionamiento.

La distancia con relación al piso es baja, por lo que que hay que considerar si se van a pasar topes altos, y esa misma baja relación de altura nos brinda un manejo sumamente comunicativo en zonas sinuosas o de carreteras en donde los promedios de velocidad pueden ser mucho más altos que en la ciudad. El sistema MBUX (Mercedes-Benz User Experiencie) puede identificar algunas preferencias de manejo y predecir el estilo de maejo del conductor

Cuenta con múltiples asistencias electrónicas como los infaltables Frenos ABS, además sumados al ESP (Control de estabilidad) BAS (Brake Assist) y ASR (Control de tracción)

Presumimos que los consumos pueden ser bajos, dado el pequeño desplazamiento del motor, pero no tuvimos oportunidad de convivir tanto con el vehículo para poder lograr una media sustentable, los consumos se los debemos cuando hagamos la prueba próximamente de la versión Sedán.

Conclusión

Un Mercedes de entrada que no lo parece, o por lo menos la versión probada nos dejó con un buen sabor de boca, en México los hatchbacks no son tan populares como los sedanes, y como se los adelantamos el A Sedán llegará a México próximamente, proveniente de la planta de Aguascalientes del conglomerado Renault Nissan Mercedes en donde se fabrica.

 

Mercedes-Benz Clase A - Ahora sí es un Premium de verdad

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