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Prueba de Manejo

Mercedes-AMG C63 S 2018 a prueba

Un sedán de cuatro puertas capaz de hacer palidecer a lo que le pongan enfrente - o más bien al lado-

Mercedes-AMG C63 S 2018 a prueba

Hablar de Mercedes-Benz, es hablar de uno de los referentes en la industria del automóvil, la primer patente se le otorgó a Karl Benz en 1886, y de ahí “pal´real” todos conocemos la fulgurante historia. Cuando unimos al nombre Mercedes-Benz a las letras AMG obtenemos dinamita pura, y aunque al principio –allá por finales de los sesenta- los creadores de AMG eran muy mal vistos por los altos ejecutivos de Daimler-Benz y no los querían cerca, el tiempo y sus muchas victorias los hicieron ser parte la marca misma, algo parecido a lo que pasó con Carroll Shelby y Ford, o Jean Redele (Alpine) con Renault quienes empezaron utilizando mecánicas y componentes de dichas marcas, sin tener una relación de investigación y desarrollo en un inicio, y que dadas sus geniales creaciones, fueron paulatinamente formando parte de las mencionadas empresas.

Un poco de historia…

Al correr de los años algo similar pasó con los creadores de AMG; los ingenieros Hans Werner Aufrecht y Erhard Melcher en aquel taller creado en la zona de Burgstall, instalado en un viejo molino.

Como lo comenté líneas arriba, este par de ingenieros no fueron muy bien vistos por las altas esferas de Daimler en aquellos años. Esos locos de Burgstall poco a poco empezaron a ganar carreras, fama y por supuesto fortuna, muchos equipos amateurs recurrían a ellos para modificar sus Mercedes-Benz de carreras con las creaciones de AMG.

En 1990 firman un acuerdo de colaboración con Daimler-Benz, y proveían al equipo “oficial” de Mercedes en el DTM y como era de esperarse aquel famoso 190 2.5 -16 Evolution II (W201) arrasa con sus competidores, cosechando muchos triunfos y ganando el campeonato de 1992 del German Touring Car Championship (DTM).

En 1999 la entonces DaimlerChrysler se convierte en el socio mayoritario de AMG, y en el 2005 se convierte en el único accionista de la empresa.

Hoy AMG es la quinta esencia de la deportividad de la empresa de la estrella de las tres puntas, incluso hay modelos que se denominan AMG “a secas” ya sin el Mercedes-Benz, y el caso más reciente es el AMG GT Coupé, que además de ser un deportivo comercial es el Pace Car de la F1, y como dato cultural el equipo de F1 de Mercedes-Benz se denomina AMG Petronas.

Ahora si, después de el rápido recorrido por la historia de AMG, entremos de lleno en este interesante vehículo, el C63 S, un sedán compacto, cuyo código de chasis es W205, es decir concerniente a la quinta generación del Clase C, construido sobre la plataforma MRA (Modular Rear Architecture) y se trata de la versión ultravitaminada y repotenciada de esta Clase C, de hecho hay disponible en el mercado dos versiones de esta bestia de cuatro puertas, el C63 y el C63 S, que es el que hoy nos ocupa.

¿Son diferentes el C63 y el C63 S?

La respuesta es un poco ambigua, son iguales, pero el S ofrece algunas adiciones mecánicas y estéticas que lo hacen ser aún más poderoso, y con mayor prestancia en manejo deportivo ¿Qué tan poderoso? 34 hp más, y 37 lb-pie de mayor torque que son obtenidos con una mejora en el sistema de escape y quizá algo de electrónica, con un mapeo distinto. Las diferencias no terminan aquí, ya que la versión S tiene soportes activos del motor, hecho que no incrementa el poder pero si la sensación en el manejo, ya que las reacciones se vuelven un poco más rudas, ríspidas y comunicativas, un hecho que agradecen los conductores extremos, ya que se siente todo lo que está pasando en el Mercedes, y ya que hablamos de sensaciones la versión más extrema, es decir el S también ofrece un diferencial electrónico más capaz que el de la versión C63 (sin la “ese”). La apariencia estética también nos muestra diferencias en las fascias y en el diseño de los rines de 19 pulgadas.

Pues bien, después de esta larga pero necesaria introducción entremos en materia y conozcamos juntos este demencial vehículo.

Precio $1,905,000 pesos

 

Características técnicas y mecánicas

Monta un motor construido de principio a fin por un solo mecánico, que al terminar firma su obra maestra, se trata de un V8 de 4.0 litros biturbo que entrega 510 hp de fuerza en el rango de las 6,250 rpm, y que genera una fuerza de torque de 516 lb-pie en el rango de las 4,500 vueltas.

El V8 está acoplado a una transmisión AMG de siete cambios con paletas al volante que envía la fuerza de tracción al eje posterior.

El AMG C63 S  ofrece un sistema de regulación electrónica de suspensión con tres programas de amortiguación, que van de lo confortable a lo sport. También ofrece un programa que permite elegir tres variables para manejo en cuidad, carretera o pista, en donde mediante la gestión del ESP el conductor puede exprimir al máximo las capacidades del Clase C mega vitaminado y ya que hablamos de vitaminas, el mencionado conductor puede elegir entre cuatro modos de manejo: Confort, Sport, Sport Plus y Race, este último solo es recomendable su uso en una pista y con un conductor calificado para ello.

El C63 S tiene suspensión independiente en las cuatro esquinas, así como frenos de disco en las cuatro ruedas, los delanteros son de 390 mm y los traseros de 360 mm de diámetro, con calipers de seis y cuatro pistones respectivamente.

Este AMG calza llantas de 19 pulgadas que miden 8.5 pulg de ancho los delanteros con llantas 245 perfil 35, y de 9.5 pulg de ancho con llantas 265 serie 35 para los traseros. Un detalle que no nos agradó, es que buena parte del área útil de la cajuela está ocupada por una llanta de refacción, que en las versiones europeas o para américa no está contemplada, solamente el kit de inflado en caso de ponchadura

Las dimensiones son 4,75 metros de largo, 1.42 de alto, la anchura es de 1.83, la distancia entre ejes es de 2.84 metros, y por último el peso: 1,730 kilos.

Habitabilidad e Infoentretenimiento

Como todo buen producto con el sello AMG, los interiores no defraudan, los materiales son de primerísima calidad y la combinación entre finas pieles para la tapicería, insertos de aluminio y fibra de carbón. Las vestiduras tienen una agresiva combinación de colores rojo y negro y este patrón lo encontramos también en algunos acentos de los paneles de las puertas, en la consola central encontramos un atractivo recubrimiento de fibra de carbón, que enmarca un reloj análogo firmado por IWC. El cuadro de instrumentos es tradicional, ya que AMG aun no cree en cascadas de colores o en proyecciones virtuales del comportamiento del motor, el tacómetro –que grafica hasta las ocho mil vueltas- y el velocímetro cuyo tope son los 320 km/h son completamente análogos, al centro del cluster encontramos una pantalla de cristal líquido que nos grafica algunos datos relevantes, pero hay que insistir en la importancia de los instrumentos tradicionales que están orientados al conductor, y que le brindan ese sabor muy sport.

Hablando de Infoentretenimiento el C63S cumple a cabalidad, o eso aparenta, ya que ofrece una pantalla de siete pulgadas en donde además de desplegarse las características funciones del navegador o del equipo de audio se muestran los menús de los sistemas AMG Dynamic Select en donde el conductor, en combinación con la perilla central puede seleccionar los modos de manejo, y elegir el “Set Up” de la suspensión, motor, escape y caja de cambios, además aquí se despliega el AMG Race Timer, un menú en donde se pueden llevar cronos de vuelta y alguna información del comportamiento dinámico en la pista, y por si fuera poco, toda esta telemetría se puede llevar en un iPhone, bajando la aplicación AMG Track Race App. El equipo de audio está firmado pro Burmester y ofrece 590W de poder, y en una práctica un tanto cuestionable en un vehículo de este precio es que la compatibilidad con AndroidAuto o Apple CarPlay tiene un cargo extra.

Tras el volante

¡Cómo siempre, la parte más esperada! Y vaya que tener una bestia de estas características y en su hábitat natural, en una pista de carreras no es cosa de todos los días.

El trazado del Autódromo Moisés Solana, en el estado de Hidalgo nos esperaba para ser testigo de nuestro Especial del 2017, en donde el Mercedes pudo convivir y enfrentarse con sus rivales naturales, casi todos alemanes.

En un inicio las vueltas en la pista fueron a velocidad media, ya que ni el coche, ni yo habíamos roto el turrón, poco a poco sin sobresaltos pude darme cuenta de lo bien puesto a punto que está, y que además de las brutales aceleraciones provistas por el V8 Biturbo, las curvas también son materia fácil para el AMG C63 S que envía toda la fuerza de tracción al eje posterior, si bien el comportamiento es netamente sobrevirador el poder es tanto que se puede controlar con el acelerador y un poco de contravolanteo, no hay que ser un piloto profesional para llevarlo al límite, ya que el reparto de pesos y la nobleza de la suspensión nos hacen el trabajo más fácil. Se pueden manipular los modos de manejo, siendo los más extremos el Sport+ y el RACE, en donde las asistencias se aletargan en el primero y desaparecen en el segundo modo de manejo.

El sonido del escape es simplemente sublime, ese bramido del V8 –que también equipa a los Aston Martin- es espectacular, tanto que dan ganas de circular siempre con las ventanillas abajo.

La respuesta es contundente, la aceleración es prácticamente infinita hasta los 250 km/h en donde el gobernador electrónico nos castiga con un corte de inyección, dicho gobernador puede elevarse hasta los 290 km/h. El C63 AMG nos permite hacer el 0 a 100 km/h en cuatro tic tac del cronometro.

En el modo de manejo Confort el comportamiento es sumamente dócil, pero el gorgoreo del V8 nos recuerda de lo que es capaz de hacer cuando se le exige dinamismo endiablado.

El C63 nos ha dejado un maravilloso sabor de boca, como todos los AMG que hemos podido manejar en estos años el SLS 63 , el SL63 y el CLA 45 , sin duda el perfeccionamiento enfocado al purismo automotriz es una constante de AMG, lo único cuestionable es el alto precio que hay que pagar por él. 

 

 

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