Antecedentes
No es nuevo para nadie que el mercado de lujo es altamente atractivo, si bien no por los volúmenes que se colocan, lo es por la rentabilidad que cada unidad vendida produce a los fabricantes. Este jugoso mercado está dominado por la triada alemana BMW, Mercedes-Benz y Audi en ese orden quienes lograron cifras de 2,117,965, 1,739,854 y 1,714,000 unidades vendidas en 2014 respectivamente.
Los fabricantes japoneses han buscado ganar participación en los últimos 30 años, con intentos cada vez más sólidos, siendo Lexus – filial de Toyota – la que ha conseguido los volúmenes más grandes fuera de las teutonas antes mencionadas. Aun así, los alemanes han echado mucha tierra de por medio con respecto de cualquiera de sus perseguidores, ya sean nipones, americanos o europeos.
Sin embargo, Infiniti – filial de Nissan – que el año pasado vendió 186,200 unidades, fue por planteamiento mecánico y manejola que más se acercó a los autos alemanes cuando para la tercera generación de la Serie G que llegó en 2002 decidió emplear la plataforma del Nissan Skyline –si esa misma que hasta el G34, en sus versiones más extremas y deportivas se conocían como GTR-.
El G35 que posteriormente se convirtió en G37 era un sedán/coupé premium con motor longitudinal delantero y tracción al eje posterior que además de ofrecer buenos niveles de refinamiento y confort, se manejaba tan bien como un competidor equivalente de Mercedes o BMW, aunque siempre le faltó algo para estar al mismo nivel.
Para 2014, Infiniti renovó por completo su compacto deportivo, otorgándole además un nuevo nombre. El nuevo Q50 es un vehículo a todas luces superior a su predecesor, en el que están depositadas buena parte de las expectativas de la marca en los años por venir y que eventualmente también contará con variante coupé, cuyo nombre será Q60 y que se presentó a manera de concepto en el pasado NAIAS.
El Q50 que debutó en el Autoshow de Detroit de 2013 es el segundo (después del QX60 que antes se llamaba JX) modelo de la marca en adoptar el nuevo lenguaje de diseño que vimos en Concept Cars como: Essence, Etherea y Emerg-E. Las formas son fluidas con ángulos un tanto dramáticos y proporciones clásicas de los sedanes deportivos del segmento.
La pregunta entonces es: ¿ha logrado Infiniti concebir un sedán que sea capaz de plantar cara a los todo poderosos BMW Serie 3 y Mercedes – Benz Clase C?
Precio: $676,100 pesos
Características técnicas y mecánicas
La versión probada fue la tope de gama, es decir la híbrida que a diferencia de las demás que equipan un V6 de 3.7 litros, opta por un V6 de 3.5 litros que con la ayuda de un motor eléctrico entregan 360 hp de potencia y 403 lb-pie de torque (el nuevo Mustang GT 2015 tiene esa misma cantidad de par). La transmisión es automática de 7 velocidades con modo manual.
El paquete de baterías de iones de litio montado detrás de la segunda fila de asientos emplea la misma tecnología que la del Nissan Leaf, aunque hay que mencionar que penaliza bastante la capacidad de carga de la cajuela.
El Q50 además ofrece una gran cantidad de elementos de seguridad, evidentemente ESP, ABS control de tracción y bolsas de aire están presentes. Sino que además cuenta con Alerta de colisión frontal y trasera, sensor de presencia en punto ciego, control de crucero activo y cámaras de visión periférica.
Sin embargo lo verdaderamente destacado e innovador de este Q50 se encuentra en la nueva dirección electrónica. Y es que se trata de la primera aplicación de producción a nivel mundial en el que este sistema reemplaza la conexión mecánica tradicional que existe entre volante y ruedas, por un sistema completamente eléctronico by-wire. Funciona prácticamente igual que los volantes de los videojuegos, ya que un potenciómetro le indica a las ruedas que tanto gira el volante y en función de ese dato las ruedas se mueven. Evidentemente la dirección es un componente sumamente importante, por lo que Infiniti incorporó tres computadoras en lugar de una como en las direcciones tradicionales, esto en caso de que alguna falle. Por último si toda la electrónica falla hay un clutch que permanece desacoplado en condiciones normales, pero que en caso necesario entra en acción.
Confort
En el habitáculo encontramos materiales y ensamble de buena calidad, destaca la presencia de dos pantallas táctiles - una arriba de la otra -, de siete y ocho pulgadas que nos permiten controlar todas las funciones del vehículo; desde navegador, computadora de viaje, interfaz bluetooth del teléfono móvil, así como el equipo de audio.
La calidad de marcha es muy buena, es silencioso y aunque la disposición de botones es algo confusa, es solo cuestión de acostumbrarse.
Un punto importante a destacar es que el Infiniti Q50 ha logrado crear esa atmósfera de sofisticación y tecnología en la cabina tan necesaria es en este segmento, por lo que aquellos que decidan optar por este japonés en lugar de un sedán alemán no se sentirán en un vehículo menos tecnificado o premium.
Manejo
Tras el volante, el primer tema que hay que abordar es evidentemente el de la dirección, la respuesta si se siente artificial, rara y es algo a lo que seguramente tardaremos un poco en acostumbrarnos. Es altamente probable que este sistema se vaya popularizando en el futuro, tal y como sucedió con las direcciones de asistencia eléctrica que paulatinamente han ido sustituyendo a las hidráulicas y que en su momento también fueron criticadas porque no retroalimentaban igual.
Hay que dar crédito a Infiniti por atreverse a ser los primeros y evidentemente es un sistema que se irá desarrollando y mejorando en los años por venir. Sin embargo entre las asistencias de cambio de carril y la variabilidad de acuerdo a la velocidad, la dirección cambia todo el tiempo, de pronto se siente más rígida y unos instantes después otra vez suave. En realidad es confuso.
Un detalle interesante es que la dirección se puede ajustar tanto en resistencia como en rapidez, encontramos que el modo Normal fue el más agradable, el Confort era demasiado suave, mientras que el Sport era durísimo y se volvía pesado mover el volante.
Por su parte, el pedal de freno también tiene su maña, y es que la frenada regenerativa también provoca diferencias en el nivel de presión que hay que efectuar. Sin embargo este es un aspecto ya bastante común en los autos premium y que no supone ninguna diferencia significativa.
Este V6 de 3.5 litros siempre fue un gran motor, elástico y con mucho torque en toda la banda de revoluciones, además en este caso y gracias a la adición del motor eléctrico la respuesta es todavía mejor, simplemente extraordinaria. El Q50 Hybrid empuja con mucha decisión, las aceleraciones y recuperaciones son bastante rápidas. Aun con la presencia de la batería el auto se siente ágil e incluso ligero y gracias a la distribución de pesos, así como la tracción posterior es muy gratificante de manejar. Es un auto divertido que no pide nada al rey del segmento en este aspecto que es el BMW Serie 3, incluso podríamos decir que este Infiniti supera en cuanto a manejo deportivo al nuevo Clase C –por lo menos considerando las versiones disponibles actualmente –, claro falta ver cómo se comportan las variante C400 que ya se acerca mucho a un AMG.
Si bien es cierto que el Q50 es un híbrido, la realidad es que el enfoque está mucho más orientado a lograr un mejor desempeño que a reducir los consumos y estamos perfectamente de acuerdo con que sea de esta manera. Si quisiéramos un auto que entregara muchísimos kilómetros por litro, definitivamente no voltearíamos a ver un Sport Sedán y el Q50 Hybrid lo es.
Conclusión
Siendo realistas, es virtualmente imposible que el Q50 logre los volúmenes de los reyes del segmento, Clase C, Serie 3 y A4, sin embargo es una opción sumamente interesante, que no resulta inferior en ningún aspecto, ya sea desde el punto de vista de: tecnología, refinamiento o manejo. Quizá el único aspecto sea el de la dirección, aunque para nada lo vemos como un deal breaker.
Si el emblema colocado en la parrilla no es lo más importante al evaluar un vehículo de este segmento, el Q50 de Infiniti es una propuesta de buen valor que no defraudará aun a los entusiastas que busquen el buen manejo.
Infiniti Q50 2015 a prueba