¡Por fin!, Chevrolet se decidió a traer a en nuestro país la variante deportiva del Sonic, lo que también significa el debut en nuestro mercado de la configuración hatchback de este vehículo.
El Sonic RS 2014 incorpora el ya conocido motor de cuatro cilindros y 1.4 litros Turbo con 138 hp y 148 lb-pie de torque y que ya hemos probado en el Cruze Turbo o el Buick Encore, solamente que con la diferencia de que en este caso se acopla a una transmisión manual de seis velocidades.
Los cambios más notorios con respecto del Sonic común son por principio de cuentas, que se trata de un hatch de cinco puertas (la configuración más agraciada del Sonic según mi humilde opinión) en lugar de un sedán de cuatro. Los rines son de 17 pulgadas en tono grafito, la parrilla de diseño hexagonal cuenta con malla color negro con un filo cromado. La salida de escape de forma trapezoidal, así como faldones y alerón posterior completan la apariencia deportiva del RS.
En el interior, los asientos forrados en combinación de cuero y ante, palanca y volante también forrados en piel, así como un completo equipamiento que incluye Bluetooth, MyLink con pantalla táctil de 7 pulgadas y compatibilidad con Siri, volante multifunción, quemacocos y puerto USB entre otros.
Por lo que hace a la seguridad, el Sonic RS se posiciona en lo más alto de su segmento, ofreciendo elementos ya obligados como los ABS o Control de Estabilidad StabiliTrak, así como un sistema de 10 bolsas de aire, para garantizar la integridad de los ocupantes en caso de un accidente.
El manejo
A simple vista, el Sonic RS luce robusto y agresivo, sin embargo he de confesar que mis expectativas en cuanto a desempeño deportivo no eran muy altas en virtud de mis experiencias previas con e 1.4T ya sea con Encore (en las Vegas) o con Cruze Turbo, y es que en dichos modelos la mecánica ofrece un performance decoroso, aunque podríamos catalogarlo de más orientado a proteger los consumos.
Sin embargo tan solo un par de minutos tras el volante de este nuevo hatch deportvo me hicieron caer en cuenta del grave error de mi preconcepción, el Sonic RS es sin duda la mejor aplicación del 1.4 turbo de GM que he podido manejar, aquí el motor se siente brioso, potente y con una curva de par bastante plana. La gran responsable de lo anterior es la transmisión manual de seis velocidades, que permite al conductor exprimir todo el poder que en los números fríos podrá parecer poco (138 hp), pero hay que recordar que tenemos 148 lb-pie de torque desde los 2,500 giros, mismas que se mantienen hasta bien entradas las 6,500. Además el peso de 1,275 kg también ayuda.
El escenario para conocer un poco las capacidades del Sonic RS fue la carretera que comunica a Los Cabos con La Paz, de dos carriles en su mayoría (ida y vuelta) pero con un asfalto en muy buenas condiciones y un par de tramos llenos de curvas sinuosas y que suponen un reto interesante para cualquier coche. En primera instancia, el Sonic RS mostró bastante aplomo y buena maniobrabilidad, la suspensión se aprecia deportiva pero no demasiado dura y los tiros de la palanca son un poco más largos de lo ideal, con una sexta que definitivamente es de sobremarcha. Pero es indudable que se trata de un vehículo ágil, divertido y que le aporta mucha frescura a la gama de compactos y subcompactos de Chevrolet.
Conclusión
Si bien es cierto el Sonic RS no será el exponente más rápido de su segmento, su propuesta de valor es absolutamente atractiva, ofrece mucho equipamiento tanto de conveniencia como de seguridad, un manejo bastante competente a un precio inigualable de $269,900 pesos ya que sus competidores frontales Volkswagen Polo GTI, Peugeot 208 GT, Suzuki Swift Sport y Ford Fiesta ST van de los $317,000 pesos en adelante con excepción del Suzuki que sí tiene un rango de precios muy similar.
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