Antecedentes
Toyota RAV4 es un crossover (o SUV compacto) que es fabricado por la marca japonesa desde el año 1994 (a México llegó en 2004 con la segunda generación). Se trata de uno de los principales pilares de ventas de la marca (junto con Camry, Corolla y Sienna), así que esta cuarta generación –que ahora tiene una competencia mucho más fuerte gracias a nuevas marcas que han entrado al segmento- tenía que ser igual de fuerte que las anteriores.
El diseño sin duda alguna es vanguardista (será decisión de cada quien si la considera atractiva o no –en lo personal me parece atractiva del frente pero muy desafortunada en la vista trasera), con líneas muy angulosas, un frente puntiagudo y una puerta trasera muy grande de la cajuela, truncada. Resalta la falta de la llanta de refacción en el portón trasero (que ahora se pasó para adentro del SUV), algo que sin duda antes le daba personalidad y ahora se mira más como el resto de la competencia.
Dejando a un lado la cuestión estética, que como comentábamos es muy personal, la RAV4 2013 –por lo menos en papel- pinta como una muy buena opción de compra con precios dentro del rango de las demás versiones de sus competidores como Mazda CX-5, Honda CR-V (el líder indiscutible en el segmento), Ford Escape y Volkswagen Tiguan; y buen nivel de equipamiento.
La versión que probamos fue la más alta, la Limited Platinum con un precio de $463,000 pero la versión de entrada tiene un precio de $346,100 pesos.
Características técnicas y mecánicas
A diferencia de generaciones anteriores, esta cuarta abandona la opción de una motorización de seis cilindros –al menos por ahora que no existe la versión Sport. De esta forma, el nivel de equipamiento es lo que diferencia una versión de otra.
Bajo el cofre encontramos un motor de cuatro cilindros con 2.5L de desplazamiento que eroga una potencia de 176 Hp a 6,200 rpm y un torque de 173 Lb-pie a 4,100 rpm, un motor muy bien balanceado entre potencia y torque (algo que la marca domina a la perfección). La transmisión es únicamente una automática de seis velocidades que manda la tracción a las ruedas delanteras mediante un diferencial de deslizamiento controlado automático (ya tampoco existe una versión con tracción integral).
La suspensión es independiente para las cuatro ruedas con un arreglo McPherson adelante y de doble horquilla atrás.
En cuanto a la dirección, ésta es de asistencia eléctrica (como en prácticamente todos los autos modernos) y los frenos son de disco para las cuatro ruedas (ventilados adelante y sólidos atrás) con sistemas ABS, EBD (distribución electrónica de frenado) y SST (Smart Stop Technology).
El tema de seguridad siempre es importante, pero en un auto familiar como éste es crucial. El número de bolsas de aire sí es un factor de decisión en este segmento y la RAV4 cuenta con siete (dos frontales, dos laterales para conductor y pasajero, dos de cortina para las dos filas de asientos traseros, y una de rodilla para el conductor), además de cabeceras para las cinco plazas, cinturones de seguridad para todos los ocupantes, anclajes LATCH e ISO-FIX y seguros para niños en cristales y puertas traseras.
Interior
Por dentro, la nueva Toyota RAV4 2013 cuenta con más espacio y por lo menos en la versión que probamos, con una combinación de colores más atrevida que antes. Lo que sí encontramos es que los plásticos utilizados para todo el interior sí dejan mucho que desear. Elementos como la falsa fibra de carbón en la consola central, se rayan muy fácilmente y en general la cabina no da una buena sensación de calidad y terminados.
Lo que sí debemos de resaltar es el nivel de equipamiento, ya que cosas como la cámara de reversa, la tapa de la cajuela automática, sistema de monitoreo de punto ciego, GPS, alerta de tráfico transversal y los modos de conducción (Sport o Eco) no los ofrecen todos sus competidores.
También, desde la versión base encontramos el sistema de sonido JBL con AM/FM/CD, reproductor MP3 y WMA, USB, Mini Jack y conexión Bluetooth para el teléfono y dispositivos de audio; con la única diferencia del número de bocinas que son de 11 para la versión tope y de seis para el resto.
Manejo
Al volante, la nueva Toyota RAV4 2013 cumple muy bien con lo que los clientes de este tipo de vehículos buscan: una posición elevada de conducción y una buena visión periférica. Pero algo que sí no nos gustó fue la firmeza de la suspensión. La arquitectura de doble horquilla atrás debería de ayudar a aislar las imperfecciones del camino más fácilmente, se siente muy dura y en caminos irregulares resulta muy incómodo para todos los ocupantes. De hecho, gracias a esta firmeza excesiva también se presentan muchos ruidos del interior provocados por un mal ensamble de las piezas y por una rigidez estructural pobre. Algo que nos sucedió mientras realizábamos nuestras pruebas es que al circular en un camino empedrado o un pavimento con muchos baches, la tapa del descansabrazos central (tiene un compartimento para guardar cosas ahí) se abre, dando fe de la calidad de armado del interior que no nos gustó.
El motor no será el más potente (hoy en día parece importar más el consumo que la respuesta del acelerador), pero cumple bastante bien y cuando seleccionamos el modo Sport de conducción, el conjunto motor-transmisión se nota todavía mejor desarrollado, entregando buena respuesta del pedal derecho y realizando los cambios hasta arriba del límite de revoluciones y de manera suave, eso sí con su consecuente aumento del consumo de combustible.
Manejando en modo Eco, se retarda la respuesta del acelerador y los cambios de velocidad se realizan a menor rango de revoluciones del motor, mejorando significativamente el rendimiento de combustible.
El manejo podríamos decir que es como en casi todos los productos de la marca, para quienes necesitan ir de un punto A a un punto B, con un vehículo confiable, espacioso y “cómodo” (entrecomillado por la firmeza de la suspensión que no nos pareció adecuada) pero nada emocionante. En este aspecto, si buscas un producto con un manejo más divertido, un Mazda CX-5 o un Volkswagen Tiguan cumplirán mejor con esto.
Conclusión
Si bien la nueva RAV4 2013 luce muy bien en papel, con un buen nivel de equipamiento y tecnología, el resultado final no lo es tanto. La calidad de armado del interior es una gran desventaja contra todos sus competidores. En cuanto al manejo no es la mejor del segmento pero sobre todo no te deja la impresión de que gastaste tu dinero en lo mejor que pudiste pagar, esa es su más grande falla.
Por lo menos, de manera personal, me gusta saber que si estoy comprando algo estoy obteniendo lo más posible por mi dinero y aunque la RAV4 en algunos aspectos aislados sí puede serlo, el producto de manera global no lo es.