
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, levantó polémica al afirmar que los aranceles que propone México sobre productos importados de China y otros países asiáticos, podrían evitar la pérdida de hasta 320,000 empleos en la industria automotriz.
De acuerdo a reportes de medios nacionales especializados como El Economista y El Financiero, la versión oficial señala que el comercio asiático desbalanceado genera una competencia desleal que desplaza producción local, erosionando empleos en cadenas de proveeduría nacional. El secretario, además destacó que el déficit comercial mexicano con China, Corea del Sur e India creció 83 % entre 2020 y 2024, y que los sectores textil y calzado ya han perdido unos 130,000 empleos en ese lapso.
Ebrard justifica que la medida arancelaria propuesta en el Paquete Económico 2026 pretende subir algunos gravámenes al “máximo permitido” por la Organización Mundial del Comercio (OMC), incluyendo autos, autopartes, plásticos, textiles y otros bienes. Enfatizó que estos ajustes no son vengativos ni estrictamente recaudatorios, sino una herramienta de defensa industrial bajo un despertar regulatorio que es necesario. También señaló que México está abierto al diálogo con países afectados (como China), para escuchar sus argumentos y exponer los propios.
Pero la propuesta no está exenta de críticas. Analistas apuntan que el argumento de “proteger 320,000 empleos” es exagerado o poco sustentado en cifras verificables por fuentes independientes. Algunos sectores industriales advierten que los costos adicionales de importación podrían encarecer insumos clave, presionar inflación y provocar reacciones recíprocas por parte de los países afectados.
Fuentes internacionales, como Reuters, recogen que la presidenta Claudia Sheinbaum ha defendido que los aranceles no son una medida coercitiva ni específicamente dirigida a China, insistiendo en que México mantiene una “muy buena relación” diplomática con dicho país. China, por su parte, ha manifestado su descontento y ha iniciado investigaciones sobre las medidas arancelarias mexicanas.
Un elemento clave es la próxima revisión del TMEC/USMCA en 2026. La presión estadounidense sobre México para adoptar aranceles más agresivos contra China ha sido señalada en medios como Bloomberg, que interpretan que México busca congruencia con la política comercial estadounidense. Otros observadores advierten que una escalada de medidas proteccionistas podría desencadenar disputas legales en la OMC y castigos arancelarios en retorno.
En resumen, el Ejecutivo presenta una narrativa de salvaguarda del empleo con los 320,000 puestos como cifra emblemática, mientras que la comunidad económica exige datos más robustos, atención al costo sectorial y cautela ante posibles represalias comerciales.