Su historia terminó abruptamente en 2013 tras la bancarrota de la marca, pero de esas cenizas nació Apollo Automobili, que en 2017 sorprendió con el Intensa Emozione (IE). Ahora llega su sucesor espiritual: el Apollo Evo, un auto diseñado solo para pista y tan exclusivo que únicamente 10 afortunados podrán tenerlo.
El Evo celebra los 20 años del Gumpert Apollo con un concepto aún más radical. Bajo su silueta extrema se esconde un V12 atmosférico de 6.3 litros con 800 hp, que mueve apenas 1,300 kilos. Eso significa un 0 a 100 km/h en 2.7 segundos y una punta de 335 km/h. Su monocasco de carbono estilo carreras pesa solo 165 kilos, logrando una rigidez y ligereza fuera de serie.
Pero este bólido no solo se trata de cifras. El Evo combina aerodinámica activa con un alerón trasero ajustable electrónicamente, que adapta la carga según las condiciones del circuito. Todo está pensado para ofrecer estabilidad a alta velocidad y precisión quirúrgica en cada curva. A diferencia de otros hypercars de pista, monta Michelin Pilot Sport Cup 2, mostrando que el chasis está tan afinado que no necesita slicks para brillar.
El diseño también es un distintivo único como el cofre flotante tipo clamshell, faros en forma de estrella, calaveras radiales de seis puntos y puertas tipo mariposa que realzan su presencia futurista. Cada línea es un grito de ingeniería y emoción pura.
Con solo 10 unidades, el Apollo Evo no busca ser el más rápido del planeta, sino el más codiciado. Y en el universo de los hiperdeportivos de pista, esa exclusividad lo convierte en una auténtica obra de arte sobre ruedas.
