
De acuerdo a una fuente cercana al proyecto que habló con Reuters, Toyota comenzará a producir dos SUVs totalmente eléctricos en su planta de Kentucky, Estados Unidos.
Esta fuente aseguró que los nuevos modelos estarán basados en dos de los nombres más reconocidos del portafolio de la marca: el RAV4 y el Land Cruiser.
Este movimiento marca un cambio importante en la producción de Toyota en Norteamérica, ya que significará el final de la fabricación del sedán de lujo Lexus ES en Kentucky.
Sin embargo, la transición no es consecuencia de los aranceles impuestos en EE.UU., sino de una reestructuración global de la compañía. La próxima generación del Lexus ES será ensamblada en Japón y exportada al mercado estadounidense a partir del próximo año.
Actualmente, Toyota produce el Lexus ES en Kentucky y el SUV Lexus TX en Indiana. Los planes ahora apuntan a una consolidación y optimización de su red de manufactura, mientras la marca busca escalar su presencia en el segmento eléctrico.
Aunque Toyota no ha hecho un anuncio oficial, pues la compañía declinó comentar sobre planes futuros, esta filtración encaja con la estrategia más amplia del gigante japonés de electrificar progresivamente sus modelos más icónicos.
Recordemos que tanto el RAV4 como el Land Cruiser tienen un peso simbólico y comercial enorme: el primero es uno de los SUVs más vendidos en todo el mundo, mientras que el segundo es un emblema de durabilidad y aventura dentro del portafolio Toyota.
El traslado de la producción del Lexus ES a Japón podría interpretarse también como un movimiento para mantener la competitividad en costos y fortalecer la identidad de Lexus como marca global de lujo fabricada en casa.
En paralelo, darle espacio en Kentucky a los dos nuevos SUVs eléctricos es una jugada que coloca a Toyota en una mejor posición frente a la creciente presión de competidores como Tesla, Hyundai y las marcas chinas que avanzan con fuerza en el mercado norteamericano.