
Antes de que Ferrari se estableciera como una marca de producción “en serie” con el 250 GT en los años 50, la firma de Maranello ya estaba dejando huella con modelos exclusivos que mezclaban desempeño, elegancia y carácter competitivo.
Entre ellos, uno se alza como el más representativo de esa era pionera: el 340 America Berlinetta con carrocería Touring, un modelo que no solo encarna el espíritu de los primeros Ferrari, sino que también cuenta una historia fascinante a través de los años.
Solo se construyeron dos ejemplares del 340 America con carrocería berlinetta diseñada por Touring de Milán. El chasis número 0126 A, terminado en julio de 1951 en color Pale Grey, fue el segundo de ellos y el octavo de apenas 23 unidades del modelo. Equipado con el motor V12 de 4.1 litros diseñado por Aurelio Lampredi, este Ferrari fue concebido para la carretera, pero con alma de competencia.
Esta unidad será subastada a mediados del mes de agosto por Sotheby’s RM en Monterey, California. Se espera que alcance un precio entre 3 y 4 millones de dólares.
El primer dueño fue el ingeniero romano Tomaso Sebastiani, quien lo llevó de regreso a la fábrica nada menos que 17 veces en tres años, lo que sugiere un uso intenso en eventos deportivos, aunque no se han encontrado registros oficiales de competencia.
En 1954, Sebastiani lo vendió al hijo de Charlie Chaplin, Sidney Earl Chaplin, y desde entonces comenzó un viaje de más de medio siglo por Europa, Estados Unidos, Cuba y México.
Durante su estancia en EE.UU. en los años 60, el motor original fue reemplazado por un V8 Ford —una práctica común en la época—, pero fue restaurado en los 70 por el coleccionista Peter Pheil, quien instaló un V12 Colombo de un 250 GT.
El auto volvió a brillar en la Mille Miglia Storica en los 80 y 90, y más tarde fue adquirido por entusiastas como Steve Tillack y Rodolfo Junco de la Vega, participando en eventos como el Monterey Historics y el Cavallino Classic.
La joya volvió a la vida con un motor Lampredi restaurado a especificaciones de competencia en 2015, con pistones de alta compresión, árbol de levas custom y sistema de lubricación en cárter seco.
Hoy, el 0126 A sigue siendo uno de los Ferrari más codiciados y representativos del génesis de la marca: una mezcla exquisita de elegancia Touring, ingeniería Lampredi y herencia deportiva pura.