
El nuevo AC GT SuperSport no viene a jugar, ya que con hasta 1025 hp, este bólido británico–americano apunta directo al corazón de los muscle cars más salvajes y los hypercars más caros.
AC Cars, la misma marca que hace más de 60 años creó la Cobra metiéndole un V8 yanqui al chasis del AC Ace, vuelve al mercado estadounidense con esta edición limitada a 25 unidades.
Y lo hace con un auto que, con suerte, pesa 1.4 toneladas si siguen usando carrocería de carbono. La relación peso/potencia es una locura: más que un Bugatti Veyron, pero con el alma y el tamaño de un auto que parece querer despegar.
Los detalles técnicos siguen guardados bajo llave, pero todo apunta a que montará un V8 Ford, probablemente el 5.0 Coyote del Mustang, ajustado para esta tarea. Eso sí, la marca dice hasta 1025 bhp, lo que deja abierta la puerta a configuraciones menos salvajes para quienes no quieran estar cerca de morir en la primera curva.
El diseño sigue homenajeando al Cobra clásico, pero con novedades: aerodinámica funcional, algo inédito en un Cobra legal para calle. Lleva splitter frontal, alerón trasero y una parrilla más grande para alimentar al V8. También ensancharon la vía para que la potencia no se pierda en puro humo.
Dave Conza, CEO de AC Cars, lo puso así: “El GT SuperSport va a ser un ícono de la ingeniería. Tiene un diseño completamente renovado, pero sigue siendo un Cobra de verdad.”
El precio de este cohete con ruedas es de 550 mil dólares, sin impuestos ni envío. Es decir. El GT SuperSport es potencia absurda, con un diseño clásico, y exclusividad garantizada, dirigida a cuentas bancarias enormes.
¿Estamos frente al Cobra definitivo? Quizá no, pero lo que es seguro es que no fue hecho para cualquiera.