
Nissan está retomando fuerza en el mercado chino, y lo está haciendo con todo. Su nuevo sedán eléctrico, el N7, desarrollado junto con su socio local Dongfeng Nissan, logró 17,215 pedidos en solo su primer mes de ventas. Y lo más interesante: el 70 % de los compradores nunca antes habían tenido un Nissan.
Lanzado el 27 de abril, el N7 es la punta de lanza del plan Re:Nissan, una estrategia de recuperación global que incluye nueve nuevos vehículos eléctricos para China antes de 2027. Las entregas arrancaron el 15 de mayo.
El N7 apunta directo a las familias jóvenes y ofrece dos tipos de batería (58 kWh y 73 kWh) con hasta 635 km de autonomía. Además, viene cargado de tecnología: desde un sistema de conducción semiautónoma llamado Navigate on Autopilot, desarrollado con la empresa china Momenta, hasta asientos inteligentes adaptativos que ajustan la postura según sensores individuales.
Hay tres versiones disponibles (Max, Pro y Air) con precios entre 17 mil y 21 mil dólares. Su buena recepción no es solo por el diseño o la tecnología, sino por una combinación de precio competitivo, confianza en la marca y una red de venta y servicio optimizada.
Dongfeng Nissan ha abierto más de 500 centros de pedidos y 100 de distribución dedicados a vehículos eléctricos. Además, la experiencia digital también se ha mejorado con una app que permite agendar mantenimientos, ver avances de entrega y conectar con otros usuarios.
El N7 no solo es un éxito local, pues ya se confirmó su exportación internacional. Este modelo podría ser clave para reposicionar a Nissan como un jugador fuerte en el mercado eléctrico global.