El pasado 26 de febrero, la Comisión de Movilidad Sustentable y Seguridad Vial del Congreso de la Ciudad de México aprobó un procedimiento y calendario de foros retrasando hasta julio de 2026 la armonización de la Ley de Movilidad de la capital con la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial (LGMSV), la cual debió haberse cumplido en noviembre de 2022.
Esta decisión detiene por dos años más la implementación de medidas de seguridad vial, a pesar de que existe un dictamen aprobado y consultado desde el año pasado en la misma Comisión, haciendo que la CDMX se encuentre en omisión legislativa.
Los foros aprobados fueron planteados como un “parlamento abierto”, a pesar de que la LGMSV ya establece medidas de seguridad vial con base en el artículo 4° constitucional, que obliga a garantizar la movilidad segura, accesible, eficiente y sostenible así que la armonización no implica redactar una nueva ley, sino ajustar la existente a un marco regulatorio ya aprobado a nivel nacional.
Bicitekas A.C., El Poder del Consumidor, Polithink, SUR Institute, México Previene A.C., Salud Justa Mx y AUTOMEX son las organizaciones especializadas en seguridad vial que se encuentran dando seguimiento a este proceso en las entidades que aún no han armonizado sus leyes estatales (Ciudad de México, Baja California, Chiapas, Coahuila, Hidalgo, Morelos, Oaxaca, Querétaro, San Luis Potosí, Veracruz y Zacatecas) por lo que en los próximos días realizarán una serie de propuestas con el fin de hacer ágil y efectivo el proceso legislativo en pro de la seguridad vial.
De acuerdo con información del Secretariado Técnico de la Comisión Nacional de Prevención de Accidentes (STCONAPRA) adscrita a la Secretaría de Salud, 604 personas perdieron la vida en 2022 a causa de siniestros de tránsito en CDMX mientras que en todo el país mueren 16 mil personas anualmente por estas causas, así que la armonización de la Ley de Movilidad de la capital con la LGMSV permitiría avanzar en el cumplimiento de la meta 3.6 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la meta del Segundo Decenio por la Seguridad Vial de Naciones Unidas que consiste en reducir al menos a la mitad el número de personas lesionadas y muertas por siniestros de tránsito para el año 2030.
