Continuando con el caso Volkswagen, que, como te hemos informado tiene a todo el grupo en alerta (no es para menos); en las últimas horas, el tema subió “otro grado” de temperatura pues a toda esta ecuación de factores faltaba sumar uno que es fundamental: el sindicato.
Y es que previo a toda esta crisis, IG Metal, la figura con más fuerza sindical en Alemania, ya negociaba un aumento salarial del 7%, y la recuperación de algunos conceptos rescindidos laborales por la marca, sin embargo, parece que el patrón tiene otra cosa en mente, pues dadas las condiciones de la industria automotriz alemana, Volkswagen está más cerca de recórtale un 10% a los salarios que de dicho aumento.
Gunnar Kilian, Daniela Cavallo y Thomas Schäfer
Según Arne Meiswinkel, responsable de esta negociación, el objetivo de dicha estrategia es preservar lo más que se pueda los puestos de trabajo, así como sanear las finanzas no solo de la marca, sino de todo Volkswagen:
"Estamos preocupados por el daño actual de la industria automotriz en Europa, sobre todo en Alemania. En el caso de Volkswagen, un diminuto margen del 2.1% en el último trimestre es alarmante y pone de manifiesto la situación. Tenemos que reducir nuestros costos laborales y tratar de mantener salarios competitivos”.
Otra complicación del tema es que Volkswagen también considera reducir bonificaciones, incentivos y otras prestaciones. Hablando específicamente de bonos, el primero que “volaría” sería el del aniversario, previamente pactado en 170 euros.
El cierre de las plantas también sigue en la mesa, y será el 21 de noviembre cuando estas negociaciones se retomen, momento en el que el mismo Meiswinkel prevee que el asunto se ponga más intenso, sin embargo, él mismo considera que todas las partes involucradas deben estar unidos.