A cuatro días de terminar su mandato, el presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó la publicación en el Diario Oficial de la Federación la modificación al Decreto que fomenta la regularización de vehículos usados de procedencia extranjera para extender su vigencia hasta el 30 de septiembre de 2026.
Desde la publicación de este Decreto han sido regularizados 2,559,256 unidades de contrabando.
A diferencia de las anteriores ampliaciones al Decreto, la novena modificación amplía dos años más la regularización de los autos chocolate, invadiendo con su prolongación el mandato de la presidenta electa Claudia Sheinbaum quién tomará el cargo el próximo 1 de octubre y ha mostrado su compromiso con el medio ambiente en sus puestos anteriores.
El Decreto publicado el 19 de enero de 2022 establece que no podrían regularizarse los vehículos que, por sus características o aspectos técnicos, esté restringida o prohibida su circulación en el país de procedencia o en México. De igual manera, deja fuera la autorización para regularizar los vehículos de lujo o deportivos, y también se estableció que tampoco serían regularizadas las unidades que no cumplieran con las condiciones físico mecánicas o de protección al medio ambiente.
Asimismo, el decreto restringió la regularización de los vehículos con reporte de robo o aquellos relacionados con la comisión de un delito en alguna carpeta de investigación o proceso penal.
A pesar de todos estos requisitos para regularizar los autos chocolates, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores -AMDA- quedó en evidencia que los funcionarios públicos han autorizado la regularización de millones de vehículos que no cumplen con lo estipulado por lo que el impacto al mercado interno y la corrupción de autoridades es indudable.
El estado que ocupa el lugar número uno en regularización de autos chocolate es Chihuahua, ya que mientras el mercado de vehículos nuevos a nivel nacional avanzó 12.2% en el pasado mes de agosto respecto a 2023, en esta entidad hay un retroceso del 5.6% en el mismo lapso. Lo mismo ocurre en Baja California, donde sólo existe un mínimo avance de 2.1 por ciento. Ambas son entidades fronterizas con dinamismo económico superior al promedio.