Porsche es una marca que se compromete mucho con sus clientes y aficionados, por ello es que crean iniciativas como el Porsche World Road Show para ponernos en contacto con los productos que tanto los caracterizan. Hace unos días acompañamos a la marca de Stuttgart a la edición puertorriqueña de este tour.
¿Qué es el #PWRS?
El Porsche World Road Show, cómo su nombre lo dice, se trata de un tour por diferentes países del mundo en los que la marca alemana lleva por aire a toda su gama de productos para que distintos clientes y entusiastas los puedan disfrutar en las condiciones ideales, ya sea en un circuito o en las calles de algún lugar icónico.
A este evento solo puede acceder con una invitación de la marca ya sea para medios, dueños de algún Porsche o interesados en adquirir un auto Incluso si ya cuentas con un Porsche puedes optar por llevarlo.
Durante nuestro tiempo con la marca pudimos tener a nuestra disposición a la gama completa, desde un Cayenne, 911 Carrera, hasta un 718 Spyder RS y un 911 GT3 RS, entre muchos otros. Sin embargo, para esta nota decidimos enfocarnos en tres productos en particular:
Porsche Taycan 2025
Primero arrancamos el día con la actualización del Porsche Taycan, el eléctrico de la marca que en su ciclo de media vida parece más que ha evolucionado en una segunda generación por el nivel de cambios que recibe en el apartado mecánico.
El modelo a nuestra disposición era un Taycan tradicional, es decir, el de acceso. Mismo que cuenta con una mecánica de un solo motor eléctrico colocado en el eje trasero y con el que desarrolla hasta 435hp y 310 lb-pie de par.
Cómo desde un inicio, este auto tiene la capacidad de conducirse y sentirse como si tan solo marcara en báscula unos 1,600 kg y no las más de dos toneladas que realmente pesa. La ingeniería de la marca tanto en hardware como software es capaz de volverlo un referente dentro de los de su clase.Para esta actualización Porsche ha cambiado algunos elementos fundamentales. Comenzando con el tren motriz que gana 80 hp en esta versión base. Gracias a ello, el 0-100 km/h baja a 4.8 segundos. En la variante Turbo GT, esa cifra puede ser de hasta 2.2 segundos.
También, de serie toda la gama puede montar la suspensión neumática con lo que el control de la amortiguación va un paso más adelante y permite experimentar una mejor dinámica sin necesidad de sacrificar comodidad. De hecho en el modo Normal, sorprende lo sedoso y permisivo que puede ser para facilitar los viajes por carretera, pero en modo Sport deja sentir una mejor reacción que se acompaña con una pisada más firme en todo momento.
Otro cambio importante es la perdida de 15 kg de peso total, gracias a nuevas técnicas de construcción y de optimización de su paquete de baterías.
Ese cambio y una nueva gestión de despliegue y recuperación de energía hacen que su autonomía también se beneficie más, la marca habla de hasta 35% más de rango por carga, el equivalente a 175 km extra.
Porsche 718 Spyder RS
El segundo auto que pude manejar, es probablemente el que más me gustó en esta experiencia. Y es que Porsche ya nos dejó claro que a futuro los 718 dejarán de tener motores a combustión. Por ello, están despidiendo a esos modelos con el tratamiento más especial que puede recibir un auto de la marca: el nivel Rennsport.
Es así que para obtener este auto, prácticamente tomaron un Boxster y le dieron la mecánica de su gemelo coupé, el Cayman GT4 RS. Gracias a ello, ahora cuenta con el mismo motor bóxer atmosférico de 6 cilindros y 4.0 litros que de hecho, se comparte con el 911 GT3 RS.
Sin embargo, en esta configuración, dicho motor se coloca al centro del auto. Este pequeño Spyder es capaz de generar 500 hp y 332 lb-pie de par que son suficiente para catapultarlo de 0-100 km/h en solo 3.4 segundos y llegar hasta los 308 km/h,
Algo que debemos destacar es que a pesar de ser un modelo que recibe el tratamiento “RS”, su enfoque no está tan centrado en batir tiempos de vuelta en un circuito. Su razón de ser se encuentra en poder ser un auto que se disfrute en las carreteras con muchas curvas y si hace falta, también en un circuito.
Gracias a ello, es que a pesar de ser muy parecido al Cayman GT4 RS, su puesta a punto en amortiguadores, resortes, barras estabilizadoras y más, es mucho más suave para permitirle ser más dócil en el día a día. Incluso, su altura libre al suelo es .2 pulgadas más alta que la del GT4 RS.
A pesar de ello es capaz de aferrarse al suelo con una gran cantidad de agarre mecánico. Sin embargo, en el apartado de aerodinámica, la falta de un alerón gigante en la parte trasera, un splitter más corto y otros elementos, hacen que sea más efectivo y rápido en rectas, pero no tanto en curvas.
Si hay un elemento a destacar de este auto, es el excelente trabajo de puesta a punto y lo icónico que se vuelve el escuchar a ese motor aspirar aire justo detrás de nosotros. Sin duda alguna es un auto para los entusiastas más aguerridos, pues emocionarnos es su principal tarea.
Cómo despedida, me parece un gran homenaje a su propia historia y si algo me queda claro es que estos mismos modelos Spyder RS, se volverán unos clásicos en el futuro.
Porsche 911 GT3 RS
Finalmente, el tercer auto en el que más énfasis coloqué, fue el Porsche 911 GT3 RS; la punta del iceberg en cuanto al desarrollo del 911 —por ahora—. Esta maquina simplemente lleva la ingeniería a otro nivel.
Podemos empezar con un trabajo de aerodinámica que no solo lo hace lucir como todo un GT3 listo para competir en el WEC, también nos deja claro que cada alerón, aleta, ducto y demás tiene una función clara. Desde suavizar flujos de aire, separar corrientes calientes de las frías, crear vórtices o aliviar zonas de presión, cada parte cumple su misión.
Además, el alerón gigantesco de la parte trasera no solo tiene capacidad de darle carga al eje trasero, también cuenta con el sistema DRS —Drag Reduction System—, con el que al presionar un botón es capaz de abrir un nuevo canal de aire para permitirle alcanzar mayores velocidades puntasal reducir el arrastre que crea un alerón “cerrado”.
En su configuración es posible añadir cosa como cofre en fibra de carbono, llantas de magnesio ultra ligeras y miles de otras opciones para hacer nuestro 911 único.
Continuando con el equipo, Porsche desarrolló la capacidad para este auto para regular desde el volante la compresión y rebote de la suspensión para modificar su comportamiento. Ya no es necesario subir el auto a una plataforma y quitar piezas acceder a los amortiguadores y regularlos de forma manual. Hacen falta solo unos clics y vueltas de una perilla para lograrlo. La apertura y cierre del diferencial, el control de tracción y hasta el de estabilidad también pueden modificarse de la misma forma.
Para hacerlo aún más preciso y responsivo, la suspensión delantera viene derivada directamente del 911 RSR, es decir, el auto carreras con el que compitieron en Le Mans en la categoría GTE. El resultado es un auto sumamente reactivo a cualquier comando.
Eso sí, queda claro que el auto está pensado para vivir en circuito, donde se entiende perfectamente todo su desarrollo. En las calles puede circular, pero sin duda alguna lo extremo de su puesta a punto hace que no se disfrute tanto si es que los caminos no están en óptimas condiciones.
Este 911 GT3 RS lleva un motor bóxer atmosférico de 6 cilindros y 4.0 litros con 525 hp y 343 lb-pie de par. Todo el poder se va al eje trasero —que también es direccionable por cierto—, a través de una caja de doble embrague de 7 cambios. Con ello el 0-100 km/h le toma solo 3.2 segundos y debido al arrastre que genera su carga aerodinámica para ser veloz en curvas, su velocidad punta se queda en 296 km/h.
El Porsche World Road Show sin duda alguna fue todo caso en el que se pudo experimentar la vida con varios de estos autos bajo nuestro mando. Una experiencia que nos deja claro porque Porsche retiene tan bien a sus clientes y porque son los deportivos de alto calibre que estadísticamente más tiempo se mantienen en activo a lo largo de los años.