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Prueba de Manejo

MINI Countryman 2025, a prueba: ya no es mini en tamaño, pero es uno de los grandes en todo lo demás

Pusimos a prueba a la nueva generación del Mini Countryman que recién ha llegado a México.

MINI Countryman 2025, a prueba: ya no es mini en tamaño, pero es uno de los grandes en todo lo demás

Seamos realistas, Mini ya no es Mini, lo que alguna vez fue su característica principal y literalmente su razón de ser, hoy solo queda como un recuerdo. Sin embargo, recordar y en general la nostalgia, vende. Por ello es que a pesar de que el tamaño ya no esté ahí, lo que sí sigue estando presente es el diseño tan peculiar que los hace distintos.

Hoy la tercera generación del producto más importante y segundo más icónico de Mini tras el Cooper ya está en México. Sí, se trata de la Mini Countryman 2025 y aquí te cuento qué me parece.

Algo más cuadrado, pero también más llamativo

El Mini Countryman siempre se dejó ver cómo una camioneta que adaptaba perfectamente bien la sazón de Mini a unas mayores dimensiones. Con la nueva generación las cosas no son distintas y es que a pesar de dejar un poco en segundo plano los trazos mayormente circulares, para dar paso a otros más cuadrados, es imposible confundirlo con algo de otra marca.

La parrilla grande con marco contrastado, los faros de diseño sencillo y esa cabina que sobresale de la cintura abultada son estandartes de la marca. Otros detalles sumamente llamativos son la nueva ilusión de techo flotante que le va muy bien y una trasera mucho más limpia.

Los contrastes de color juegan un papel importantísimo para la marca y como es costumbre, tenemos un arsenal de opciones para hacerla lucir más a nuestro gusto. Colores de techo, diseño de rines, colores interiores, entre muchas otras cosas, forman parte de ese gran menú de personalización que caracteriza a la marca.

La variante que nos acompaña hoy es la S ALL 4, eso quiere decir que es un tope de gama tradicional, el punto más alto de las versiones que no son John Cooper Works, para dejarlo más claro. Por ello tenemos los emblemas "S", rines de 19" y en general un diseño más propositivo con cambios menores en fascias y otras áreas para hacerla notar más.

Esta tercera generación sigue usando la plataforma FAAR de BMW (Front Wheel Drive Architecture) actualizada, es decir, la misma que vemos en la generación más reciente de la BMW X1, entre otros. Esta plataforma actualizada le ha permitido ganar mucho tamaño y es que este nuevo Countryman es hasta 13 cm más largo que la generación anterior para tocar los ya 4.4 metros de largo.

Medidas:

- Largo: 4,433 mm

- Ancho: 1,843 mm-

- Alto: 1,656 mm

- Distancia entre ejes: 2,692 mm

- Capacidad de la cajuela: 480 litros a 1,390 litros con segunda fila abatida.

Interior más refinado y ecológico

El exterior del nuevo Countryman será agradable, pero si hay algo que me gustó aún más es el interior. Primero que nada el diseño se me hace súper bien logrado, se ve refinado, sencillo y por fin logra capturar bien la esencia de Mini en la era digital.

A ello me refiero porque por fin en esta nueva era no tenemos un circulo con una pantalla rectangular dentro como vimos en la generación pasada de productos. Simplemente eso se notaba muy forzado. Sin embargo, por fin tenemos una pantalla circular completa que sirve para todo, pero de eso hablaré un poco más adelante.

De momento vayamos con los materiales y ensamblados. Ahora Mini dice tomarse más en serio el tema de la sustentabilidad, por ello ya no usarán pieles genuinas para los interiores, en su lugar tenemos telas, fibras y plásticos de los cuales muchos se han hecho con materiales reciclados.

A pesar de ello, al tacto se sienten muy bien; no solo eso, se ven increíble gracias a algunos trucos peculiares. Especialmente porque parte de la iluminación ambiental ahora se logra con proyecciones de luz sobre el tablero que pueden cambiar los colores y hasta las formas que se presentan sobre el interior. Además, el diseño minimalista de ventilas y otros controles realmente hacen que se vea súper.

Los ensamblados van de maravilla y aquí notaremos que no hay rebabas o zonas mal empatadas, al menos la percepción de este modelo casi nuevo, es más que buena.

Ahora sí, al hablar de equipo el Countryman 2025 pone un mayor énfasis en la conectividad. Y es que dentro de su enorme pantalla circular, también tenemos  un asistente por voz que puede ayudarnos a controlar algunos parámetros del auto.

Le podemos pedir que encienda o apague el aire acondicionado, que cambie la iluminación ambiental, entre muchas otras cosas. Por cierto, también cuenta con integración de Amazon Alexa para acceder a todas sus funciones desde el auto.

Eso en teoría porque ya en la práctica es más común que no te entienda del todo lo que le pides. Aún hay que ser algo más específico y cuadrado en la forma en la que pedimos cosas.

La pantalla claro que es compatible con Apple CarPlay y Android Auto de forma inalámbrica, pero no solo eso. También nos permite crear atajos personalizados y hasta se acompaña de temas específicos para cada modo de manejo, mismos que se complementan con sus propias iluminaciones ambientales y hasta jingles.

También cuenta con conexión a internet por lo que de forma nativa ya tiene navegación con información de tráfico en tiempo real y actualizaciones de software desde la nube.

La pantalla es OLED, responde rapidísimo, es fácil de usar, pero de nuevo, la queja de siempre. Desde aquí se opera todo y tener que desviar la atención del camino o tener quenavegar por varios menús extra a lo que antes funcionaba tan bien con un botón o perilla simplemente no me gusta.

En general elementos de ese estilo nos dejan más que claro que Mini apunta a un cliente joven y vaya que son elementos entretenidos y vistosos, pero para nada intuitivos.

El resto del equipo se conforma por A/C automático de doble zona, cargador inalámbrico para celular, asientos delanteros de ajuste eléctrico con masaje y memorias, techo panorámico, espejo electrocrómico, volante calefactable, iluminación ambiental, sistema de audio Harman/Kardon, entre otros.

En seguridad me queda claro que Mini puede ofrecer de todo y de los mejores sistemas, pues al final del día son los mismos de BMW, sin embargo, al igual que BMW y muchas otras marcas de este tipo, no todo viene realmete incluido en el auto.

Es así que este Countryman lleva 6 bolsas de aire, frenos ABS, control electrónico de estabilidad, asistente de ascenso en pendiente, monitor de presión en las llantas, sensores de proximidad delanteros y traseros, llamada de emergencia, cámara de reversa y un asistente de estacionamiento.

De la suite avanzada solo tenemos el freno autónomo de emergencia y la alerta de abandono de carril. Que bueno que las tenga, pero ya estando aquí hizo falta el monitor de punto ciego, entre otros.

Por cierto, algo poco visto, es que la cámara de reversa no solo muestra una visión a través de un lente gran angular, también gira con el volante para permitirnos ver mejor diferentes zonas que tal vez no notaríamos de otra forma.

El espacio interior de este Mini vaya que ha crecido, por dentro es más cómodo y amplio en todo sentido. En la segunda fila viajas con mucha comodidad. Mientras tanto la cajuela ahora crece a 480 litros o bien 1,390 litros si abatimos la segunda fila.

Gran puesta a punto y balance para entusiastas

Este Countyman S de serie te llegará con un motor turbo de 4 cilindros de 2.0 litros que nos va a dar 204 hp y 221 lb-pie de par. Al ser una variante All 4 el poder se va a las cuatro ruedas a través de una caja automática de doble embrague y 7 cambios. Con esas cifras es capaz de darnos un 0-100 km/h de 7.1 segundos y una velocidad punta de 228 km/h.

La experiencia de manejo tiene mucho que decir. Para empezar es una camioneta que se siente ágil. A pesar de su peso y altura, la dirección es muy rápida y reactiva. Tal vez no se siente tanto como los Cooper con un frente ligeramente hiperactivo, pero para una camioneta, sus reacciones son más cercanas a las de un hatch compacto que a las de una camioneta común.

La suspensión hace un gran trabajo en el contener los movimientos de la carrocería, que por su altura se pueden percibir, pero muy lejos de marcarse tanto como en otras camionetas de este segmento. Siempre se siente sumamente plantada al pavimento, pero vaya que tiene una puesta a punto más firme de lo común.

Quien sea entusiasta del manejo, encontrará que este Countryman tiene el balance ideal entre comodidad y desempeño, pero quien no esté acostumbrado a un auto más reactivo y firme, puede que la encuentre algo incomoda, pues la pisada es firme, el caer en baches se siente más y el ruido del trabajo de la suspensión a veces excede lo normal.

Los frenos también son más sensibles de lo normal. Los primeros kilómetros vaya que me hicieron recalibrar la fuerza que pongo sobre el freno pues, constantemente frenaba con más fuerza de la que quería. Tras unos minutos todo pasó de nuevo a la normalidad.

El sonido del motor y la inyección aritificial del mismo está muy bien lograda y añade un poco más a una experiencia divertida y enganchante. En general el manejo es parte medular de toda la experiencia y al menos a mi consideración para no ser una variante enfocada a lo deportivo, me parece que raya en lo excelente.

¡Que gran evolución! pero, con cosas que no se pueden ignorar

El Mini Countryman sigue siendo una mezcla bien resuelta del diseño de Mini, un manejo divertido y un espacio realmente útil para quien necesita más de lo que el hatch tradicional puede ofrecer.

Yo me quedo con lo bien que se maneja a pesar de no ser la variante deportiva. Tiene un gran balance de entretenimiento al volante por interacción, sensaciones y comodidad. Está en ese punto exacto en el que te sientes conectado al auto, pero en el que no te sientes raro o incomodo por una puesta a punto sumamente agresiva.

Como auto de diario, me pareció excelente. También amo el enfoque a la conectividad que para clientes jóvenes es un punto importante. Sin embargo, que la pantalla central adopte absolutamente todo, crea más problemas que soluciones y que de nuevo, las asistencias más importantes no estén incluidas me dejan en claro que marcas como Lexus y Acura pueden ofrecer mucho más valor por lo que te llevas, aunque sacrifiques el estilo y diversión.

A pesar de ello, quien se anime por uno de estos quedará más que contento con su compra. Si tuviera los $950,000 pesos que cuesta esta versión y un poco más para añadir lo que realmente importa. Sin duda alguna, sería un auto que me vería manejando a diario.

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