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Prueba de Manejo

BMW Motorrad F 900 GS, primer contacto en Las Vegas, EE.UU. Aventura sin límite es su segundo nombre

Manejamos en exclusiva a la nueva integrante de la familia Adventure. Contundente y divertida, pide a gritos salir a la tierra.

BMW Motorrad F 900 GS, primer contacto en Las Vegas, EE.UU. Aventura sin límite es su segundo nombre

Cuando te contamos que las nuevas BMW Motorrad F 900 GS y F 900 GS Adventure llegaban al mercado, fue difícil no emocionarnos, y es que, por la importancia del mercado mexicano y el impulso que está tomando para las operaciones de Motorrad en el continente americano, el siguiente paso lógico para ambos modelos es su llegada a México.

Sin embargo, nuestra “voz interior” continuamente repetía: “tienes que manejarlas, tienes que manejarlas…” y como si BMW Motorrad hubiese leído nuestro pensamiento, nos llevó hasta ¡la ciudad del pecado”, Las Vegas, Nevada, para conocerlas de primera mano.

F 900 GS, 240 millas de pura diversión

Comenzando las actividades desde muy temprana hora, en el punto de salida en Las Vegas recibimos nuestra F 900 GS. Ahí estaba, en colores Trophy, contrastando con el resto de los componentes en negro: TFT, motor, frontal, y rines de rayos. La última zona del cuadro también destaca en blanco, y el escape Akrapovic luce carbono en la salida. El diseño del faro LED es intimidante, luce atlética y de altura notablemente superior mediante el paquete Enduro Pro.

La ruta está cargada en el GPS y corroboro: ¡sí, 240 millas, eso es 386 kilómetros! Y lo que vendría sería una de las rutas más demandantes que Motorrad haya organizado en los últimos años: ciudad, caminos de intersección, pasos por desierto, bosques, reservas naturales; calor, frio, tierra, asfalto y hasta nieve en las cercanía, pero la F 900 GS, parecía no tener límites.

Con menos hace más

Olvidemos por un momento las 1200 o 1250 que, sí, también pueden hacer estas rutas, pero ahí es quizás donde radique la superioridad de la 900, porque con menos peso, consigue las sensaciones y capacidades de sus “hermanas mayores”, solo que, a la hora de la exigencia, le cuesta muchísimo menos trabajo y esfuerzo.

Esto se traduce en una dinámica que, si digo brutal, quizás no me creas, pero sí es demasiado contundente. A menor peso (219 kg en vacío), los 105 caballos de fuerza parecen ser más, se refrigeran por agua y se alimentan electrónicamente de combustible, de hecho, de eso vive este conocido bloque, pues se nota que Motorrad trabajó muy bien para que, mediante la electrónica, este bicilíndrico de cuatro tiempos y doble árbol de levas entregue sensaciones de un bóxer, solo que, insisto, con menos esfuerzo, lo cual será muy agradecido por todos (as) aquellos motoristas que gusten de la tierra, el lodo y la rodada extrema.

Versatilidad y contundencia

Pero también sabe ir rápido sobre la carretera. Nuevamente la electrónica, mediante tres modos de manejo Dynamic, Enduro y Enduro Pro (opcionales) nos deja “jugar” con el comportamiento de la F 900 GS, así que el tramo sinuoso que encontramos en Agel Peak, justo antes del almuerzo, resultó ser una gozadera pues confirmo que esta motocicleta ha sido pensada para que, por temas de balance, uno pueda ir parado la mayor parte de tiempo.

Y a pesar de que electrónicamente la F 900 GS puede ser muy versátil y cómoda para quienes no quieran meterse en ajustes más específicos, Motorrad ha incorporado una nueva horquilla de 43 mm ajustable en nivel de rebote y dureza, provista por Showa. Lo mismo sucede con la suspensión trasera, cuya precarga en el monoshock también es ajustable en dureza; una sencilla maniobra en ambos casos será más que suficiente para que encuentres tu nivel óptimo de rodaje, según lo que pretendas hacer con ella.

De pronto, me doy cuenta que hemos recorrido el 70% de la ruta, circulado por todo tipo de orografías y climas; la F 900 GS ni siquiera se ha despeinado y a mí, un ligero dolor de garganta me molesta. Pero pronto se me olvida con las vistas que ofrece la entrada al Bosque Nacional Toiyabe, y yo pensaba que Nevada era un desierto interminable… después de todo, la motocicleta sigue siendo la mejor vía para ver, sentir y llegar a donde un auto se limita. Nuevamente, el terreno invita a pararse sobre los posapies y dejar que la BMW Motorrad F 900 GS fluya entre grava y arena con una mínima dosis de electrónica, o bien, con "todo conectado", pues a pesar de ser implacable a la hora de atacar superficies, también puede ser noble y llevarte poco a poco en caso de que aún estés afinando tus skills en el off road.

En ese sentido, la BMW Motorrad F 900 GS no se guarda nada, siendo el conductor su único límite, pues así ha sido creada, y es que el buen desempeño del bóxer ha tenido tanta hegemonía que difícilmente pensábamos en otra opción para el viaje o aventura. Esta motocicleta se sale un poco del esquema, y nosotros ¡lo agradecemos!

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