A lo largo de la historia hay marcas que tienen decenas y hasta cientos de modelos distintos, pero siempre son solo un puñado aquellos que se vuelven icónicos. Puede ser por su diseño, su desempeño o hasta su durabilidad. En Audi el R8, RS2 y el Quattro son buenos ejemplos, pero entre finales del siglo pasado e inicios del nuevo, nació un icóno que llevó emoción y un estilo inconfundible a miles de afortunados en tener uno de estos, el Audi TT.
Un auto con verdadera identidad
Audi TT VR6 3.2 DSG Quattro 2003
Sí, es triste hablar de esto, pero el mundo está cambiando y a veces hay que hacer sacrificios. En esta ocasión el Audi TT ha terminado su historia. Una historia de 25 años y muchos logros.
El TT nos demostró que una base sencilla puede convertirse en algo memorable y es que de inicio se creó con el objetivo de ahorrar cuanto fuese posible y por ello literalmente tomó prestada la plataforma que llevaba el Audi A3, Volkswagen Golf, SEAT León y compañía. Sin embargo, si algo lo hizo destacar es que rompió el molde que Audi y los deportivos tenían entre finales de los 90 e inicios de los 2000.
Su diseño original se basó en la corriente Bauhaus y además se aderezó con guiños al pasado de la marca, en especial en los Auto Union de los años 30.
Audi TT Concept 1995
De ahí el uso constante del motivo circular en las salpicaderas, la cabina, las ventilas del interior, vaya. No queda duda que aunque su diseñador trabajó en el desarrollo del New Beetle y hay ciertas similitudes entre ellos, su TT logró lo que quería; un diseño que se percibiera como serio, con personalidad, pero no infantil o caricaturizado.
Para no desviarnos tanto, el primer concepto del TT se presentó en 1995 y fue tan bien recibido que Audi dio la orden de desarrollarlo tan rápido como se pudiera, por lo que en 1998 se presentó el modelo de producción con estas dos letras por nombre que significan “Tradición y tecnología”.
Audi TT 1999 (primer modelo de producción).
Desde entonces su historia se fue gestando no sin antes vivir algunas crisis, como en aquellos primeros modelos que a alta velocidad tendían a volverse muy inestables en el eje trasero causando accidentes graves, pero que dieron paso a modificaciones que perduraron hasta nuestros días cómo, el alerón trasero que en la primera generación era fijo, pero que en la segunda y tercera era activo.
Tuvo versiones con motores de 1.8 litros turbo, de 2.0 litros turbo,VR6, los RS de 2.5 litros turbo con sus bloques de 5 cilindros y hasta a diesel. El TT evolucionó y termina su historia así con un RS de 400 hp que es una delicia al volante y que simplemente nos pone algo tristes a los amantes de la conducción.
Despidiendose con el TT de producción más rápido y deportivo
Está tercera generación a nivel diseño tal vez no es tan icónica como la primera o tan balanceada como la segunda, pero no queda duda que porta el look más agresivo de todos. El paquete de detalles oscurecidos, una parrilla gigantesca, rines de 19” que nos dejan ver los enormes discos y pinzas rojas, un alerón fijo y unos escapes ovalados nos muestran el toque de Audi Rennsport. Y todo esto en un auto de 4.2 metros de largo y 1.3 metros de alto.
Para mi estas son las dimensiones ideales para un deportivo, dimensiones y una arquitectura que priorizan la agilidad y ligereza en vez de poder bruto solo por presumir cifras altas, pero que no se transmiten bien al pavimento.
Interior que homenajea a sus origenes y que fue pionero en tecnología
Por dentro sucede lo mismo y es que a pesar de no lucir tan icónico cómo el original, sí tiene ciertos detalles que le hacen homenaje, principalmente en el sentido de tener las ventilas redondas y que inteligentemente también envuelven los controles del aire acondicionado, a su vez, parecen turbinas de avión. La palanca de velocidades algo redonda y un tablero relativamente limpio.
Otro detalle interesante es su cuadro de instrumentos digital, que de hecho, fue el primer modelo de Audi en integrar esta iteración que incluso ejecuta Apple CarPlay y Android Auto sin necesidad de depender de una pantalla central y eso lo presentaron en el CES de 2014. Sí, la tercera generación del TT cumple 10 años en 2024. Y sí, también hay elementos en los que se nota el paso del tiempo, desde la definición de la pantalla, un modulo de luces algo antiguo y hasta la presencia de solo puertos USB tradicionales.
Pero aún así, el equipo tiene más que suficiente para nuestros días, por ejemplo: sistema de audio Bang & Olufsen, asientos de corte deportivo con ajuste eléctrico para el conductor, aire acondicionado automático, iluminación ambiental, espejo electrocrómico, navegación nativa, entre otros.
Del toque RS nos llevamos el botón de encendido en el volante con el selector de modos de manejo también en el volante, insertos de Alcántara, línea central roja y hasta insertos de fibra de carbono de verdad en diferentes áreas.
De practicidad, bueno.. hay cajuela de 305 litros, suficiente para un par de maletas o una llanta completa de refacción porque llantas pequeñas, rin gigante y caminos mexicanos… También, aunque hay banca trasera, la verdad es que a menos que midas menos de 1.20 m nadie la va a usar entonces puedes poner un par de cosillas extra.
Ágil y explosivo en todo momento
El TT siempre compartió plataforma con modelos compactos de tracción delantera, es decir, primero tuvo la PQ34, después la PQ35 y en esta última iteración la MQB. Por lo que a nivel dinámico siempre ha tenido cierto sabor de hot hatch, en vez de un deportivo de tracción trasera como su silueta nos dice.
Sin embargo, si Audi sabe hacer algo, es ser los maestros de la electrónica por lo que a pesar de ello, de los repartos de peso y demás, el TT siempre ha sido un auto que se siente fácil de manejar, súper ágil, ligero y súper reactivo. Gestiona tan bien la tracción que te hace creer que eres mucho mejor conductor de lo que realmente eres y al final del día eso se traduce en que disfrutas muchísimo al volante.
Solo ya cuando te pasas de listo y te confías entrando super rápido en una curva cerrada, es donde el subviraje se hace presente como en cualquier auto de plataforma que prioriza latracción delantera, pero lo interesante es eso. Que para llegar a ese límite en serio te tienes que esforzar en manejar mal.
La suspensión de este RS es buenísima en pista y carretera, pero no hay duda que en ciudad sí llega a ser incomoda, es muy, pero muy firme en toda ocasión y hasta los fantasmas divisores de carril se sienten mucho, no se digan los baches. Especialmente cuando tienes rines de 19” y llantas tan delagadas.
La dirección súper bien, con el peso ideal y rapidez que esperabas, pero casi sin feedback por la asistencia eléctrica. Lo que más amo es el sonido y como acelera, es de esos coches en los que solo encenderlo en las mañanas es un show que te hace sonreír como niño. Aunque no me sorprendería que tus vecinos te llegaran a odiar. Pues el escape opcional que tiene este modelo es muy ruidoso, afortundametne con un botón puede modular su nivel de ruido.
Hablando del motor es un viejo conocido, el 5 cilindros turbo de 2.5 litros que ha impulsado a varias generaciones de los Audi RS más pequeños y que incluso ahora CUPRA está usando en la Formentor VZ5. En este TT RSproduce 400 hp y 354 lb-pie de par. Este motor se acopla una caja de doble embrague de 7 cambios, y como ya vimos, lleva el poder a las 4 ruedas.
Con un peso de 1,515 kg y ese poder, más la gran gestión electrónica de Audi, el 0-100 km/h le toma solo 3.7 segundos y su velocidad punta se limita a 250 km/h. Acelera como demonió y con un soundtrack que eriza la piel. Además, siempre se siente plantado.
Amo manejar el TT y más si es un RS como este. Eso sí, es tan agresivo y está tan listo para saltar que en conducción del día a día, en el tráfico pesado, a veces la caja da unos jaloneos y golpeteos algo fuertes y notorios. Aún cuando viene en modo confort, fuera de eso me sorprende que hasta la visibilidad sea muy buena.
Finalmente por el peso y tamaño es un auto ideal para llamarse deportivo, pues al menos para los que nos gusta la agilidad, estabilidad y manejar en serio; no solo dar arrancones y presumir cifras, pues, este auto realmente cumple y te engancha.
Adios al Audi TT, esperamos que algún día regrese
Es triste saber que nunca más tendremos esta emoción que vincula al ruido de motor y escape con la interacción de la transmisión y todo lo que involucra manejar un auto a combustión. Pero creo que es más triste el saber que la historia del TT se acaba; aunque creó que solo lo hará momentáneamente en lo que se adapta a la nueva era eléctrica.
Estoy seguro que esos millones de detractores del auto eléctrico deportivo que dicen que no son tan divertidos como uno a combustión, nunca han manejado un deportivo eléctrico de verdad. Y es que tras conocer lo que hace el propio Audi e-tron GT RS o un Porsche Taycan, me queda claro que te puedes emocionar al volante tanto como en un auto tradicional.
Cuando experimentas la aceleración, velocidad y su dinámica, créeme que poco piensas en el ruido, eso más bien llega a tu mente cuando estás en el tráfico y tienes más tiempo para pensar hasta en temas de rango y carga o si quieres presumir haciendo ruido. La experiencia dinámica, siempre y cuando esté bien ejecutada, puede ser igual de buena.
Por ahora solo nos queda despedirnos de un icono de los deportivos y recordar lo buen auto que fue para muchos que confiaron en esas dos letras tan emblemáticas. Adiós Audi TT, esperamos algún día verte de regreso sin importar si es ligeramente electrificado o completamente eléctrico.