Las ediciones especiales son el pretexto ideal para echar a volar la imaginación y de paso estrechar lazos comerciales que a veces suelen ser de lo más curioso y hasta exótico. Y justo, este día, desenterramos la historia de un Mazda muy tierno, cuyo principal atractivo eran unos rines inspirados en los osos de gomita de Haribo.
¿Recuerdas que hace unos años estuvieron de moda unos rines de oso? Pues bien, para encontrar al culpable de implementar esta moda tenemos que viajar en el tiempo hasta 1991, cuando la marca presentó el Mazda 121 Goldy Limited Edition, que nació gracias a un acuerdo entre la empresa de Hiroshima y Haribo, la famosa empresa alemana detrás de los osos de goma.
El punto de partida para esta edición especial, fue el Mazda 121 con techo de lona, que, pese a sus reducidas dimensiones, era muy amplio, al mismo tiempo que se había ganado el favor del público gracias a su carismático diseño. De ahí, el que fuera elegido.
Para trasladar la esencia de los Gold Bears de Haribo, se recurrió a de Hofele Design, preparador especializado en modificar autos alemanes, que se decantó por un tono de pintura dorado para la carrocería. Al mismo tiempo, sumó elementos como un volante Momo, una cortinilla trasera y los característicos rines con la forma del osito. Además, cada auto venía con 100 paquetes de Haribo Gold Bears y un osito de peluche. Sólo se fabricaron 1,000 unidades de forma exclusiva para Alemania, Austria y Suiza.
Donde, no hubo cambios fue en el mecánico, ya que montaba un motor de gasolina de cuatro cilindros de 1.3 litros con 72 hp, que recurría a una transmisión manual de cinco velocidades. Anunciaba un 0 a 100 km/h en 11.4 segundos y lograba una máxima de 155 kilómetros por hora.
¿Te gustaban los rines de oso? ¿Crees que Mazda debería hacer lo mismo con una Mazda 2 edición panditas? Te leo en los comentarios.
Test Drive
