Dicen que un auto deportivo que no es rojo, no es deportivo. Y si alguien sabe de eso, es la casa de Maranello, pues muy pocas veces construyen alguno que no sea el Rosso Corsa. Pero luego llegan los clientes, y rompen el esquema tradicional aplicando su toque personal que, por lo regular es bastante excéntrico.
¿Y quién los culpa cuando el dinero todo lo puede? Si no, hay que ver este Ferrari SF90 Stradale, superdeportivo insignia de Maranello por ser uno de los desarrollos actuales más impresionantes de la era moderna de la marca. Bueno, ese linaje no fue suficiente para persuadir al propietario de lo que hizo con él.
Como puedes notar, el histórico Rosso de la carrocería cedió a un color que, si bien es bastante icónico en el mundo del motorsport, honestamente verlo en un Ferrari de este calibre resulta bantante raro; me refiero al icónico “Gulf Blue”, y aunque los puristas estén “dando el grito en el cielo”, hay que reconocer que el resultado no es para nada malo, sobre todo porque los detalles que contrastan aportan un toque sobrio y elegante:
- Techo, estribos y difusores en negro brillante
- Logotipos Ferrari laterales y frontal en acabado negro/pulido
- Cavallino trasero con acabado pulido
- Se conservó la configuración original de las salidas dobles de escape
- Los detalles originales del habitáculo cedieron a la fibra de carbono, así como acabados en piel rojo brillante con detalles negros.
Un gran acierto en esta modificación fue que se trabajó con las líneas originales del Stradale; no hay ningún accesorio after market en la carrocería.
Lo único que “rayó” peligrosamente en el abuso fueron los rines Stasse F5 Track Spec, un modelo de construcción ligera y progresiva (21x9.5 pulgadas adelante y 22x12.5 en el eje posterior) que tanto por diseño como acabado nos recuerdan al Ferrari F40; detalle que sin duda fue ocurrencia del dueño y que obviamente pudo pagar.
Una preparación sobria, dentro de lo que cabe, muy personal sí, pero bien ejecutada sobre este poderoso Cavallino que genera 986 hp y 590 lb-pie mediante un motor V8 de 4.0 litros acoplado a tres motores eléctricos; ¡electrizante!