Dicen que si a Estados Unidos le da gripa, a México le da pulmonía. Es obviamente una forma de decir que lo que pasa allá, eventualmente pasará aquí y probablemente de forma más acentuada. En el universo de los autos, lo principal que pasó -y pasa- en el vecino del norte fue la recuperación de la producción e inventario de autos nuevos y el inicio de la caída de precio de los usados en consecuencia. Ya sabemos todos, cuando veamos el vecino las barbas cortar, ponemos las nuestras a remojar y si estás pensando deshacerte de tu vehículo usado, no lograrás más dinero por él que en este momento.
Los precios de los autos comenzaron a subir durante la pandemia, más marcadamente en el segundo semestre de 2020, cuando los fabricantes de autos buscaron retomar el tiempo perdido por el cierre de plantas en abril y mayo de ese año. Cuando esto pasó, se dieron cuenta que los fabricantes de microprocesadores ya no tenían la capacidad de producir lo que ellos necesitaban, porque la industria electrónica, impulsada por el “home office”, compró más microchips y más caros, de tecnología más avanzada. La escasez de microprocesadores, usados principalmente para controlar los motores, cajas de cambio y sistemas de info entretenimiento de los autos, hizo que la producción de coches cayera al punto que en 2021 se fabricaran 11 millones de vehículos menos, produciendo pérdidas para la industria automotriz calculadas en 210 mil millones de dólares. Con menos autos y materias primas más caras, los precios de los vehículos se fueron a las nubes y el promedio de las transacciones en Estados Unidos se puso por arriba de los precios máximos sugeridos por los fabricantes, de acuerdo con el sitio Edmund´s.
Pero esto ya empezó a cambiar en el segundo semestre de 2022. Los inventarios crecieron poco a poco y el precio promedio se volvió a ubicar por debajo del máximo sugerido por los fabricantes, lo que indica que los clientes ya tuvieron más armas para negociar.
Durante la ausencia de autos nuevos, muchos buscaron los usados y esto hizo que los precios de éstos también escalaran. Afortunadamente lo peor parece ya haber pasado.
Qué esperar de este año
México también vivió fenómeno similar. Autos como el Suzuki Jimny eran revendidos a precio más alto que el pedido por las agencias de la marca por uno nuevo y la gente que no quería esperar para ser vista con el más reciente juguete del mercado, pagó contenta ese sobreprecio.
En Estados Unidos, el tiempo que un auto usado esperaba en los patios de los lotes o de los departamentos de seminuevos de las agencias era de 30 días hasta agosto del año pasado, pero ya llegó a 45 días en noviembre. Los precios de los usados bajó cerca de 3% en el último trimestre de 2022 y se espera que descienda entre 10 y 20% durante este año que vivimos.
De hecho, JD Power calcula que el precio de los autos nuevos irán a bajar este 2023 alrededor de 5%. Difícilmente esa baja aparezca en el precio publicado - algo que en México pasó con Mazda 2 y Mazda 3- pero sí en la forma de promociones como meses sin intereses, seguros gratis o bonos para uno que otro modelo de venta no tan demandada.
Localmente los inventarios también comienzan a normalizarse, aunque de manera más lenta. Los hechos en China son más fáciles de encontrar y marcas como Chirey, Changan, MG y Jac se han aprovechado de estos vientos favorables. Incluso General Motors, que tiene 60% de sus ventas de productos originarios de ese país.
Esa normalización es paulatina, pero debe mantenerse y con ello los autos usados ya comenzaron a bajar de precios también en suelo nacional. Si piensas vender uno, es el mejor momento, pero considera que tal vez el auto nuevo que quieres no esté disponible, por lo que considerar alternativas, incluso fuera de las marcas tradicionales, puede ser un movimiento inteligente. Si eres uno de los pocos para los cuales la venta de tu auto no está atada a la compra de un nuevo, definitivamente debes vender ahora. Para hacerlo considera la venta online, al igual que en agencias. Por seguridad, ya no se recomienda dar la dirección de tu casa o negocio para hacer la transacción entre particulares, ya que aunque parezca atractivo financieramente, el riesgo es demasiado alto.
Haz tus cuentas y toma tu decisión, posponerla, para algunos, puede ser demasiado tarde.