La filosofía de KTM en casi todos sus productos es el lema "Ready To Race". Esto lo hemos visto aplicado a su conocida linea de motos, pero también a sus autos, por si se te olvidaba que también "le hacen" a las cuatro ruedas. El más reciente ejemplo de aquello es la variante GT-XR del X-Bow, nacido en base a los modelos GT2 y GTX de esta marca, los cuales tienen un diseño de supercar, muy alejado del estilo "naked" del X-Bow original, una mezcla de biplaza con moto.
Nacido en la pista, pero domesticado, el KTM GT-XR busca entregar sensaciones similares a sus hermanos, pero con una dosis extra de confort y usabilidad para el día a día, algo que es poco aparente al ver su radical diseño exterior, obra de la agencia KISKA, quienes ya tienen experiencia trabajando con KTM, pero también con Husqvarna y CFMoto, entre otras empresas ajenas al rubro del transporte. El acceso al habitáculo como el de un jet de combate, dejando al descubierto un interior minimalista fabricado casi por completo en fibra de carbono y con algunos elementos en Alcántara. Es técnicamente el interior de un auto de carreras, con un volante tipo F1 que concentra todos los comandos principales y un pequeño display LCD. Algunos botones táctiles, el botón del freno eléctrico y un par de tomas USB te recuerdan que este es un auto que puede usarse para ir a comprar el pan o para ir al trabajo.
La estructura del KTM X-Bow GT-XR combina una estructura tubular y una celda de fibra de carbono, fabricación que permite que este KTM no pase de los 1,130 kilos. Lo más exquisito se encuentra en la parte de atrás, el espectacular 2.5 TFSI con cinco cilindros de Audi, usado en el RS3 o del TT RS. Con 500 Hp ataca los 100 km/h en 3.4 segundos y una velocidad punta de 280 km/h. La potencia se envía a las ruedas traseras gracias a una caja DCT de siete velocidades y un diferencial LSD.
Como opcionales se pueden instalar frenos carbono cerámicos y rines monolock. La suspensión corre por cuenta de Sachs, lo que, sumado al gran alerón trasero, los spoilers y el diseño en general , permiten mantener al GT-XR "volando bajito".
¿Y dónde está lo que lo hace usable en el dia a dia?
Hasta ahora, todo lo que hemos dicho hace que el KTM GT-XR sea un afinado instrumento de velocidad. Pero también hay elementos de conveniencia, incluyendo un estanque de 96 litros, un sistema de suspensión que se puede elevar en 9 cm, pedales ajustables, sistema de audio con Bluetooth, aire acondicionado, iluminación LED, una pequeña guantera y hasta una cámara de reversa como opcional.
El KTM X-Bow GT-XR saldrá al mercado a un valor de casi 282 mil dólares y se fabricarán cerca de 100 unidades al año. El resto, lo puedes ver en el video y la galería que te dejamos más abajo.
KTM X-BOW GT-XR – A CAR LIKE NO OTHER | KTM