Ok, ordenémonos un poco. El año 2015 nació en India el Renault Kwid, un modelo que resultó ser exitoso. A nosotros, por ejemplo, nos llega desde Brasil. En Europa, se concibió como un modelo eléctrico de acceso, donde es conocido como el Dacia Spring y el Renault City K-ZE, también eléctrico, pero para China.
De todos estos modelos ya mencionados, el K-ZE se fabricaba en una sociedad llamada eGT, donde participan Renault y Dongfeng junto a Nissan. Ahora, es extraño todo, porque Renault decidió cortar lazos con Dongfeng durante el 2020. Al parecer, el proyecto del K-ZE quedó liberado para Dongfeng, puesto que comenzaron a clonarlo como locos y con distintos nombres: Venucia e30, Dongfeng Aeolus EX1, Fengxing T1 y Fengguang E1. Puedes hacer una búsqueda express en Google y te encontraras con todos estos hermanos chinos del Kwid.
En resumen, el Kwid ahora tiene cuatro clones de Dongfeng. Y este modelo que te traemos hoy, es el Nano Box, un nuevo clon de Dongfeng, pero a diferencia del resto, este es un modelo donde han metido más mano, tanto en el interior como en el exterior.
El interior eso si es un lujazo, al lado de los espartanos interiores del Kwid. Tapicería bicolor, insertos brillantes y dos pantallas digitales para los instrumentos y el sistema multimedia. Aquí no hay nada que huela a "low cost". Y por fuera, se esmeraron en darle un look más futurista, pero inspirado en el facelift del Kwid con faros en dos niveles. Sus dimensiones son de 3.73 metros de largo y 2.42 metros entre ejes, muy similar al Kwid.
Tal como todos los modelos derivados del City K-ZE, es impulsado por un motor eléctrico de 33 kW (44 hp) y una batería de 26.8 kWh enfriada por aire, un poco menos eficiente que la que usa el modelo que se vende en Europa. La marca promete una autonomía de 331 kilómetros en el ciclo chino de autonomía, aunque yo apostaría a que eso es solo en ciudad y a la vuelta de la rueda.