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Prueba de Manejo

Audi R8 V10 RWD, primer contacto en México

Lo manejamos en pista y es espectacular. Quizás sea el último de su especie.

Audi R8 V10 RWD, primer contacto en México

No hay espera que dure cien años, y si tomamos en cuenta que desde 2003, cuando el Audi R8 se presentó al mundo como un concepto durante el Salón de Ginebra, “solamente” han transcurrido casi dos décadas hasta el día de hoy que finalmente llega la versión con tracción trasera; es algo que podemos aceptar y puedo asegurarte que la espera ha valido totalmente la pena.

El Audi R8 es uno de esos modelos con los que la casa de los cuatro aros comenzó a trazar un nuevo camino en sus vehículos de serie. El hijo pródigo de Audi Sport trajo a la industria una nueva manera de concebir al auto deportivo. No fue para menos, su linaje tiene muchas victorias a las espaldas y en su desarrollo han intervenido los mejores, sin embargo, como modelo deportivo de producción en serie siempre le reprochamos algo básico para los más puristas: la tracción trasera.

Las voces fueron escuchadas y Audi Sport las hace realidad con el Audi R8 V10 Performance RWD, un deportivo nato con el que recién pudimos interactuar dentro de su hábitat natural y, además, qué hábitat: el Autódromo Hermanos Rodríguez. Y es que siempre habrá modelos con los que bastará leer un poco para dimensionar de qué se tratan. Otros, definitivamente requieren más que eso para descubrir lo que prometen, en ese sentido, esta nueva entrega del R8 ha sido creada para exigirle, retarle y divertirse.

Visualmente, proyecta todo lo que Audi Sport es: diseño y acabados exquisitos con la máxima calidad de la casa, acompañados por un paquete de personalización que termina donde la billetera lo permita. Esa es otra de sus virtudes, pues sin tanta rimbombancia visual en su carrocería o sobresaturación de componentes en el habitáculo, el R8 se mantiene como un hermoso deportivo alemán que vive sus mejores años, y tal vez, hasta ahora tal vez, los últimos como modelo de combustión interna, pero no hablemos de cosas tristes.

Audi R8 V10 RWD: El manejo

Sin lugar a dudas, desde el acomodo, el Audi R8 RWD ya se siente distinto. En la nota de lanzamiento te había contado sobre el monoposto que envuelve al conductor y honestamente no me explicaba como… ahora todo está claro. La posición de manejo es más privilegiada en todo sentido, desde la ergonomía y la facilidad con la que maneja cada componente, hasta la sensación de perspectiva que otorgan tanto el virtual cockpit y el volante deportivo, todo está diseñado para mantener la atención bien puesta en el camino.

Lo que sigue es una intoxicante y adictiva sensación de empuje que brinda el motor trasero central. El V10 es una sonora sinfonía entre las 4,000 y 5,500 rpm, la caja no se pierde ni tarda en llevar la potencia al eje trasero, puede ser tan progresivo o agresivo como se le solicite o configure mediante el Audi Drive Select. Es brioso pero equilibrado, agresivo pero fácil de contener; se apoya bien, con la dirección siempre comunicando todo, de hecho, “morder” los lavaderos en el foro sol y salir más que con puro torque de esas tres curvas fue un deleite, sin embargo, el R8 anticipa que tampoco va tolerar abusos.

Bastaría una mala decisión con el acelerador o el volante para que este noble coupé te lleve al verdadero mundo de la tracción trasera: ruido desenfrenado, llantas “chillando” y sobrevirajes, o derrapes, como le gustes llamar ¿qué hay que hacer? Ser valiente, volver a apuntar el auto y dosificar el pie derecho, a cambio, el Audi R8 RWD además de hacerte sudar las manos (por lo menos), también te arrancará una sonrisa y hasta un grito de emoción, para luego retomar la recta y en apenas unos cuantos metros volver a sentir y escuchar la furia del motor 5.2 litros, V10 TFSI con 570 Hp y 460 Lb-pie de torque.

Sin duda, nos faltó tiempo para seguir descubriendo a esta joya de la ingeniería, pero el Audi R8 V10 RWD ha dado el primer anticipo. El linaje sigue ahí, así que puristas, entusiastas y amantes del manejo, prepárense.

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