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Motor de arranque: Qué tan malo es tu auto

La percepción de que un auto es malo o bueno en gran medida depende de tus necesidades

Motor de arranque: Qué tan malo es tu auto

De las preguntas más frecuentes que los que nos dedicamos a probar autos recibimos en redes sociales es si un determinado auto “salió bueno”. Cantinflas hubiera contestado que “ahí está el detalle”, porque la definición de “bueno” varía según el que pregunta. Un auto puede ser muy bueno para unas cosas, mediocre o malo para otras.

Por supuesto que para la enorme mayoría de las personas un auto “bueno” es un coche fiable, que no se descomponga con frecuencia. Es uno en el que pueden confiar que difícilmente los dejará tirados en el viaje a carretera con la familia. La mayoría que espera esto, desafortunadamente también espera que el auto no necesite mantenimiento preventivo, porque quieren que el costo de propiedad sea bajo y que, de preferencia, no haya que llevarlo al taller a cada rato. Claro, son cosas que todos quisiéramos, pero sabemos que difícilmente se podrá eso en la vida real.

Pero se puede acercar. Los japoneses, en especial Toyota, Nissan y Honda, se han dedicado a hacer vehículos más fiables y durables que los demás. Y esto empezó con la llegada de Honda y luego de Toyota a Estados Unidos, cuando la gente en los años 70 no confiaba en los productos hechos en Japón y por ello las marcas decidieron trabajar bajo un sistema de producción que llamaban “cero defectos”. Poco a poco los consumidores del vecino del norte se dieron cuenta de que la fiabilidad y durabilidad de los autos japoneses era no solo mejor que la doméstica, sino mejor que cualquier otra. La imagen de los productos japoneses comenzaba a mejorar y marcas productoras de equipos electrónicos, como Sony, también contribuyeron mucho para ello.

Hoy los coreanos ya están en la etapa final de ese mismo proceso y los chinos, que aceleran más rápido que los otros dos, han recorrido al menos la mitad del camino en la conquista de la confianza de los clientes. Pero fiabilidad, confiabilidad y con cierta frecuencia, la reventa, son factores más importantes en la base de la pirámide que en los autos de precio más elevado. Y no es fácil entender otro grupo de consumidores distinto al que pertenecemos.

Disfrutar o perder menos

La gran mayoría de las personas se encuentra en un universo de clientes para los cuales un auto “bueno” es el que requiere mínimo mantenimiento y obtiene gran valor en la hora de revenderlo, haciendo con que, en teoría, se pierda menos dinero. Y digo que esa menor pérdida es teórica porque muy pocos toman en consideración cosas como el costo del seguro, que es siempre mayor en autos de más ventas y éstos son precisamente los más fiables y durables. Los seguros son más caros en esos porque son más robados que otros y en México también es importante ver la frecuencia de robo de autopartes de esos autos, además de cuánto cuesta un seguro que nos proteja de eso, al menos parcialmente. El consumo es otro punto importante en la hora calcular el costo total de propiedad, bien como la tasa de interés pagada en compras a crédito, el costo de servicios de agencia, si el auto cambia pronto de modelo y hasta las condiciones de la economía. La suma de esos factores puede hacer que un auto con menor reventa resulte un mejor negocio que uno por el cual el mercado paga más por él. Es uno de los ejemplos de un auto que no es tan “bueno” como se piensa. La tranquilidad de que un auto sea menos robado, principalmente menos susceptible de robo con violencia, no tiene precio.

Un auto es bueno o malo también según el uso que se le dará. Para el que quiere transportar a siete pasajeros, una Toyota Sienna es mejor que un Porsche 911. Para un empresario que necesita trabajar mientras se mueve y también impresionar a clientes y posibles socios, un Mercedes-Benz Clase S es mucho mejor que un Nissan Altima. Ninguno de ellos estará pensando que una Avanza tiene mejor reventa que la Sienna o un Accord que un Audi A8.

Que quede claro que no estoy afirmando que no hay autos malos, que sí los hay, pero este universo es mucho menor de lo que se piensa simplemente porque no entendemos que el hecho de que tengamos poco dinero no significa que los demás tampoco tengan, simplemente pertenecen a otro grupo de consumidores. Así, tu auto tal vez no sea malo, solo no es adecuado para ti

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