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La historia de los discos de freno ventilados en los automóviles

Esta solución en el sistema de frenado fue inventada en la década de 1960.

La historia de los discos de freno ventilados en los automóviles

Aquella frase del automovilismo “los frenos ganan carreras” aplicó desde que se desarrollaron los sistemas de frenado de alto desempeño.

Antes de la década de 1960, era sumamente normal que los autos de carreras sufrieran problemas durante las competencias debido a que los frenos era débiles y sobrecalentaban rápidamente ante los 500 grados centígrados.

Evidentemente, esta deficiencia mermaba la eficacia del frenado, a veces hasta el punto de perderla completamente y, con ello, también las expectativas de un buen resultado.

Ante este problema, en la primera mitad de la década de 1960, los ingenieros de Porsche tuvieron una idea innovadora.

En 1965, Porsche desarrolló un auto de carreras para el Campeonato de Europa, una competencia muy popular en la época: el 906-8 Bergspyder.

Este auto destacaba por su motor de ocho cilindros de 2.0 litros con más de 260 hp, por su peso de inferior a 600 kilogramos y por los frenos del eje delantero, que estaban dotados de discos de doble superficie con unas misteriosas perforaciones.

Y es que, para lograr una ventilación de los frenos, los ingenieros tuvieron la idea de crear canales de estructura radial que van desde el exterior hasta el centro para que circule el aire. Así se mantiene la temperatura baja y el rendimiento de desaceleración constante.

Con esta innovación, los pilotos ya no tenían que conservar los frenos, sino que los podía utilizar agresivamente para superar a sus competidores. Incluso durante tramos muy largos podía apurar al máximo la frenada.

Ante la filosofía de que lo que funciona en los autos de carreras debe pasar a los modelos de serie, Porsche llevó los discos de freno ventilados al 911 S de 1966, es decir, un año después de que fueran impuestos en el 906-8 Bergspyder.

Hoy en día, es un elemento imprescindible, especialmente en coches de altas prestaciones.

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