Lamborghini es una marca que si bien, es de las más apasionantes a nivel mundial, también, es una de las que ha pasado por mayores crisis financieras a lo largo de la historia. Un buen ejemplo sucedió en 1994 cuando Chrysler vendió la marca al Grupo Megatech y es aquí, donde surge uno de los idilios más extraños de la industria, mismo que recientemente, cobró relevancia y que involucra a un empresario mexicano.
¿Qué sucede?
En 1994, Jorge Antonio Fernández García, diseñador y empresario mexicano, quien se hace llamar por el seudónimo de Joan Ferci, aprovechó la crisis financiera por la que pasaba Lamborghini, para generar un contrato por licencia, firmado por Michael J. Kimberly, CEO de Lamborghini en Italia y Robert A. Braner, presidente de Automobili Lamborghini USA, en el cual adquirió (ya en 1995) los derechos para fabricar y comercializar productos de Lamborghini en Latinoamérica. De hecho, sobre la base del Diablo, construyó cinco unidades de cada uno de los modelos Coatl y Alar 777.
Obviamente, con la llegada de Lamborghini al Grupo Volkswagen, este contrato que tiene una extensión valida por 99 años y lo autoriza también a generar versiones preparadas y personalizadas con la licencia de la marca, quedó como un incómodo cabo suelto que continúa hasta nuestros días.
La piedra en el zapato de Lamborghini
Hace poco Lamborghini Latinoamérica expresó abiertamente que buscaba erigir una planta de producción en Santa Catarina, Brasil, pero al poco tiempo Automobili Lamborghini S.p.A. dijo en un comunicado al diario NSC Total, que no autorizó la apertura de ninguna fábrica y no reconoce los derechos del empresario mexicano Jorge García Fernández.
Esto a pesar de que Joan Fercí, ya se ha reunido con la gobernadora interina de Santa Catarina, Daniela Reinehr, esto con el fin de construir una SUV eléctrica LA Vision. Pero las negociaciones del empresario mexicano, no solo se limitan a la construcción de la fábrica, sino también abarca proyectos inmobiliarios en las ciudades de Governador Celso Ramos y Balneário Camboriú, claro, todos a través de la marca Lamborghini.
Pese al contrato, Automobili Lamborghini asegura que es la única firma que es dueña de los derechos de propiedad de la marca y que Joan Fercí, no tiene derechos, por lo que informó que existen juicios en Estados Unidos, Europa, Argentina y Brasil, donde el objetivo es cancelar las acciones del mexicano en el continente.
Ante la declaración del Lamborghini, la empresa del mexicano Lamborghini Latinoamérica reviró al enviar una nota confirmando que existen cuestiones legales, pero que la empresa tiene sus derechos reconocidos ante los tribunales internacionales.
“Al respecto, manifestamos nuestro rotundo rechazo a tales difamaciones y noticias falsas, reiterando en todo momento que AUTOMÓVILES LAMBORGHINI LATINOAMÉRICA, SA DE CV, dispone de todos los derechos necesarios para el uso y explotación de la marca LAMBORGHINI”, sentenció la firma.
Es así, que este idilio continuará por un largo tiempo. Lo que es un hecho, es que, si no se ha solucionado en dos décadas, no hay indicios de que la solución llegue pronto.
