Desde el desastre que le significó el muy conocido “Diéselgate”, Volkswagen enfiló su recorrido en la industria automotriz hacia la movilidad eléctrica, enmarcándose en un terreno en el que se ha vuelto exitoso, tal como lo demostraron sus números durante 2020.
El nuevo proceso llevó a que meses atrás se comenzó a rumorar que la marca iba a dejar de producir los propulsores turbodiésel (TDi), algo que hoy se confirma junto con otra novedad: VW no desarrollará más motores a combustión.
Ni gasolina, ni Diésel, serán los motores que la firma de Wolfsburgo fabricará, en lo que es otro claro paso hacia su desarrollo centrado en los vehículos eléctricos y que tiene como fin ser líder en el mercado 100% eléctrico para 2030. De todas maneras, el anuncio no quiere decir que los actuales motores a combustión no se sigan desarrollando, algo que Volkswagen hará con el objetivo de poder adaptarlos a los nuevos estándares de emisiones: “Todavía los necesitamos y los vamos a hacer tan eficientes como sea posible”, comentó el propio CEO de la marca, Ralf Brandstätter, al medio Automobilwoche.
Por otro lado, Brandstätter reconoció que el nivel de venta de los modelos a combustión sigue siendo importante y que sus ingresos resultan relevantes para el desarrollo del plan eléctrico que lleva adelante la firma, denominado “Accelerate”.