Recuerdo las tardes dedicadas a Gran Turismo 2, cuando el espectacular Renault Clio V6 me ponía las cosas más difíciles en mi afán por seguir avanzando en este juego ¡Demonios! No era posible que ese Clio avergonzara a autos teóricamente más potentes. Pero nada más lejos de la realidad, ya que, en realidad, se trataba de un exótico lobo con la piel de cordero.
Han pasado 20 años desde que este automóvil debutó a nivel internacional y si bien en México no lo conocimos de forma oficial, en realidad estamos ante un auto de culto, que incluso llegó a importarse por particulares que quedaron seducidos ante tan caprichosa propuesta.
Un compacto muy exótico
Originalmente, el Renault Clio V6 Renault Sport (su verdadero nombre) debutó a nivel internacional en forma de auto conceptual el 1 de octubre de 1998 en el Salón de París. Se trataba de un auto que nada tenía que ver con un Clio normal y en realidad trataba de rescatar el espíritu del Renault 5 Turbo, al mismo tiempo que de alguna manera, trataba de llenar el hueco de locura que había dejado Alpine (disuelta en 1995).
Este automóvil nació de la colaboración entre el departamento Renault Sport y la inglesa TWR (Tom Walkinshaw Racing). Llegó a las líneas de producción en enero de 2001 y aprovechaba todo lo aprendido con el Clio Trophy de circuito. De hecho, se puede considerar la versión de calle de este.
Mecánicamente, el Clio V6 era impulsado por un motor de seis cilindros en línea de 3.0 litros tomado directamente del Laguna. Sólo que fue convenientemente modificado (destaca la inyección secuencial Bosh ME 7.4) para incrementar su potencia hasta los 230 Hp a 6,000 rpm. No hay que olvidar que estaba dispuesto de forma transversal.
La transmisión era una manual de seis velocidades que trasladaba la potencia a las ruedas traseras. La suspensión delantera era McPherson y la trasera multibrazo. Aunque Renault prescindió de las plazas traseras y buscó la manera de aligerarlo lo más posible, sin afectar el confort, la báscula quedó en 1,335 kg. Los frenos optaban por unos calipers AP Racing con frenos ABS.
Toda esta conjunción le permitía acelerar de de 0 a 100 km/h en 6.4 segundos y lograr una velocidad punta de 235 km/h. Su objetivo, no eran los deportivos compactos, sino en realidad se colocaba segmento donde se enfrentaba a modelos como Porsche Boxster o Audi TT. Aunque en realidad, ninguno ofrecía el exótico esquema mecánico del francés.
Quienes lo llegaron a manejar, coincidieron en que se trataba de un auto que, en manos de expertos, podría ser muy divertido de conducir (era propenso a los sobrevirajes), pero en realidad estaba lleno de algunos defectos que lo hacían difícil de llevar al límite. Además, la caja tenía una relación larga. Por si fuera poco, el calor del motor se metía a la cabina con mucha facilidad.
Pulido y mejorado
Estas deficiencias, hicieron que Renault se replanteara muchas cosas al momento de renovarlo. Así que buscó asesoría en Porsche Engineering, con el único objetivo de corregir todos los defectos de la que se supone debería ser su obra maestra.
El trabajo de los alemanes se enfocó en mejorar el propulsor sin necesidad de hacer un rediseño intenso de piezas claves. Es así, que el sistema de inyección; encendido; así como los colectores de admisión y de escape fueron mejorados. Esto y un poco más de “trucos” hicieron que la potencia aumentara hasta los 255 Hp a 7,100 rpm.
La puesta a punto también fue modificada dando paso a una suspensión más endurecida, una dirección más precisa, una distancia entre ejes ligeramente mayor, unos neumáticos más anchos y una transmisión con cambios más cortos. Con ello, el manejo mejoró mucho, al mismo tiempo que las prestaciones mejoraron, como así lo demuestra la velocidad máxima que se incrementó hasta los 245 kilómetros por hora. Por fin, el Clio V6 era un auto de primer nivel.
Esta renovación comenzó su andar comercial en marzo de 2003 y estuvo acompañada de una actualización estética que sinceramente, parecía una nueva generación. Incluso hoy, se ve mucho más moderna que el modelo original.
El Renault Clio V6 Renault Sport se fabricó hasta 2006. De la primera serie se produjeron 1,611 unidades, mientras que de la segunda se fabricaron 1, 303. Hoy, estos Clio son considerados una rareza y aunque son poco prácticos, son muy buscados por aquellos que buscan un auto diferente al resto. Y sin duda, este auto cumple cabalmente con ello. Tanto así, que hoy, suena poco menos que imposible, que Renault o algún otro fabricante, vuelvan a construir algo así.