Motor de arranque: El tamaño sí importa, dice la Chevrolet Suburban

En 1999, Ford lanzó al mercado la mayor SUV del planeta, ya como modelo 2000. Se llamaba Excursion y era realmente inmensa. Con sus 5.75 metros, tenía cerca de 18 centímetros más de largo total que la Chevrolet Suburban, eterna reina del segmento de los Vehículos Deportivos Utilitarios, o SUV, por sus siglas en inglés. Sus números eran realmente superlativos. El motor era un V10, de 6.7 litros de desplazamiento con 314 HP y 434 libras-pie de torque. Suena mucho incluso para hoy, pero esa máquina necesitaba cargar a 3.37 toneladas de peso, sin nadie a bordo.

El consumo urbano andaba alrededor de 3 kilómetros por litro. En carretera, solo con el piloto, lograba 5 km/litro. Tardaba casi 12 segundos para llegar a 100 km/h y para llenar su tanque de 167 litros, hoy serían necesarios más de 3,300 pesos. Y era muy mala.

Hecha sobre la plataforma de la Ford F-250 de entonces, su manejo era inestable, torpe, pesado. Cansaba conducirla. Yo lo hice desde la Ciudad de México hasta Guadalajara. Llegué exhausto.

Sí, era la mayor, más poderosa e imponente, pero ni siquiera en Estados Unidos, la tierra donde se dice que lo más grande es mejor, pudo funcionar, tanto que no hubo una segunda generación y dejó de ser producida, sin pena ni gloria, en 2005.

Hoy Chevrolet crece la Suburban a tal punto que quedó a tan solo dos centímetros de la Excursión, pero la tecnología es otra y gracias a ello, los resultados también.

Es difícil criticar a un producto que tiene 85 años en el mercado, como la Suburban. Sin embargo, había - como siempre hay - espacio para mejorar y los ingenieros y diseñadores de General Motors lo sabían. Su principal problema, de hecho, resultaba algo difícil de creer y entender por cualquiera que la viera desde afuera: espacio interior. Los ocupantes de la tercera fila de asientos no viajaban tan cómodamente como sería lógico, algo que se debía al chasis de la antigua Cheyenne y a la suspensión trasera de eje rígido.

De hecho, ni siquiera en la segunda fila se iba muy confortablemente. Con el nuevo y mejor diseñado chasis, que también viene de la más reciente familia de pickups de GM, la suspensión trasera pudo ser independiente, la distancia entre ejes creció cerca de 10 centímetros y más de 90% de este espacio se puso en la tercera fila de asientos. Ahora la Suburban, si se le ordena con asiento de banca en las tres filas, puede transportar hasta a nueve personas, con más comodidad que nunca.

Chevrolet Suburban 2021: Manejo, espacio y seguridad

En la segunda fila, pese a que el espacio para piernas disminuyó ligeramente comparada a la generación anterior, ya se puede recoger longitudinalmente los asientos, mejorando el espacio para carga o para los pasajeros de la tercera fila, quienes tendrán acceso y salida más fáciles debido a que el asiento de la segunda fila se dobla y pliega hacia adelante.

Los motores permanecen los mismos; V8 de 5.3 y 6.2 litros, pero la caja automática de 10 velocidades es de serie con ambas máquinas, mejorando el consumo y la suavidad de operación. La estabilidad también es superior gracias a la suspensión trasera, que también influye sobre la suavidad de marcha.

Hoy Ford usa las versiones largas de la Expedition como rival de la Suburban y desde hace al menos dos generaciones su espacio interior y manejo han sido mejores que su enemiga de Chevrolet. Pese a eso, ese mercado pertenece a General Motors. La gran SUV de Chevrolet se produce desde el modelo 1935 y ahora ha llegado a su doceava generación, la mayor y mejor que se ha visto y por más que esto pareciera lógico, no lo es, porque no siempre un nuevo producto mejora sobre su antecesor.

Con la nueva generación la Suburban usa las herramientas que hacían de su rival un mejor producto, pero también toma la poderosa arma del mayor tamaño para ponerse por arriba, tal como Ford lo intentó con la Excursion hace 20 años. La diferencia es que ahora hay un mucho mejor diseño y mucho más tecnología para permitirle ser la mayor, pero también la mejor. Ya veremos si el mercado considera que el tamaño, al fin, sí importa.