Como parte de su plan de convertirse en un fabricante de automóviles netamente eléctricos, paulatinamente, Volco dejará de comercializar vehículos con motor de combustión interna, al punto que para 2025, solo ofrecerá modelos electrificados (eléctricos e híbridos).
Una vez que se llegue a este objetivo, Volvo espera que el 50 por ciento de sus ventas correspondan a modelos eléctricos, mientras que el otro 50 por ciento sea de vehículos híbridos.
Para cumplir esta estrategia en la que también se contempla la venta de un millón de vehículos eléctricos, Volvo Cars presentará cinco modelos totalmente eléctricos, uno cada año.
Pero además de buscar la ecología con la venta de autos eléctricos, la compañía de la que es dueña la sociedad china Zhejiang Geely Holding (Geely Holding), pretende que para 2040, las operaciones no tengan ningún impacto sobre el clima.
Otros objetivos a corto plazo son reducir, para 2025, un 25 por ciento las emisiones de CO2 relacionadas con la cadena de suministro global y un 25 ciento las emisiones de carbono generadas por las operaciones generales de la empresa, incluidas las de fabricación y logística y que al menos el 25 por ciento de los plásticos utilizados en todos los vehículos Volvo nuevos sean de material reciclado.
Volvo ha eliminado los plásticos de un solo uso de todas sus oficinas, cafeterías y eventos, de todo el mundo. Esta iniciativa ha logrado sustituir más de 20 millones de objetos de plástico de un solo uso -como cubiertos, vasos o envases de comida- por alternativas más sostenibles, como productos biodegradables hechos de papel, celulosa y madera.