El Toyota Prius es altamente conocido por ser el auto híbrido más popular del mundo. Es eficiente, práctico, ecológico y altamente fiable. Sin duda, su compra apela más al razonamiento lógico que a lo pasional, porque para ser sinceros, su diseño y manejo, aunque funcionales en el día a día, no levantan ningún tipo de pasión.
Pero, este Toyota que tienes frente a ti, tiene un conflicto de personalidad y es que si bien nació como un Prius, en realidad, siempre ha deseado ser tan atractivo como un Ferrari, algo que sería casi imposible, sino fuera por la intervención de un hada madrina, que en este caso se trata del preparador japonés Albermo, que se encargó de dotarlo de un estilo italiano.
En realidad, se trata de un kit de personalización, SP42 con el que Albermo dota a los Prius de una imagen que se inspira directamente en el sensual, bello y todopoderoso Ferrari FF. Para lograrlo, se integra una fascia específica, faldones, alerones, así como un difusor trasero, que acercan la imagen del híbrido a la de un cavallino rampante.
Pero por su fuera poco, añade carrocería en blanco con una franja de carreras con los colores de la bandera italiana que recorre de un extremo al otro el automóvil. Los rines son oscuros y en conjunto con unas calcomanías que, en vez de contar con el cavallino, lucen un ave enfurecida. No vaya a ser que lo confundan con un Ferrari.
Para ser sinceros, el trabajo final es muy atractivo, pero también es muy conocido que Ferrari es una empresa altamente celosa, así que habrá que ver si no se siente ofendida con estos Prius de alma italiana.
