Después del cese de producción más largo en su historia ocasionada por el coronavirus Covid-19, Ferrari reabre de manera gradual sus plantas de Maranello y Módena hasta volver a la normalidad el 8 de mayo.
De esta manera, Ferrari reanuda sus operaciones sufriendo los estragos que fueron más allá de suspender la producción. Y es que, al igual que la mayoría de los fabricantes de automóviles, la marca italiana se ha visto golpeada por la pandemia, al grado que ha recortado su pronóstico de ganancias básicas para 2020.
Ante el cierre de los distribuidores, la especulación de los clientes, la suspensión de la Fórmula 1, Ferrari prevé que los mayores estragos se verán reflejados en el segundo trimestre, es decir entre abril y junio de 2020.
Aun así, la firma italiana espera generar flujo de caja libre (la cantidad de dinero disponible por la organización para cubrir deuda o repartir dividendos) para este año, y su orientación contrastaba con otras en la industria, incluido Tesla, Daimler y Volkswagen Group que han suspendido todos los pronósticos.
