Mazda tiene la plena confianza en que los motores impulsados por diésel aún pueden dar mucho de que hablar, pues no se ha explotado debidamente todo su potencial e incluso podrían resultar una opción que refiera a la eficiencia.
Es bien sabido que muchas marcas han retirado esta opción de tren motriz de su gama de vehículos, pues las legislaciones en todo el mundo cada vez son más estrictas, siendo el mercado europeo uno de los que quieren erradicar el uso del diésel para darle paso a los propulsores híbridos, eléctricos, de pila de hidrógeno e incluso, conservar el resto de motores de combustión impulsados por gasolina.
Mazda por supuesto ya trabaja en su primer vehículo 100% eléctrico, mismo que hará su debut el próximo 23 de octubre durante el próximo Salón del Automóvil de Tokio de 2019, pero esto no es todo porque a su vez, se encuentra trabajando en el nuevo propulsor a diésel que será parte de la gama de motores Skyactiv-X de nueva generación.
Según los informes de nuestros colegas de Autocar, Mazda presentaría este nuevo motor en el año 2020, viendo una serie de mejoras respecto a su antecesor, el motor diésel 2.2 Skyactiv-D de 150 y 184 caballos de fuerza que ya ofrecía la marca nipona en vehículos como Mazda6 y Mazda CX-5 en el mercado de Estados Unidos y Europa.
La oferta de potencia que integraría este nuevo motor diésel aún no ha sido revelada, pero Christian Schultze, jefe de investigación y desarrollo europeo de Mazda asegura que quieren demostrar cuán limpios y eficientes pueden ser este tipo de propulsores, dejando de lado la estigmatización que los ha envuelto en numerosas polémicas durante los últimos años.
