Sólo 1.8 millones de autos nuevos se vendieron en China durante julio, lo que significó un descenso del 4.3%, siendo el 13er mes consecutivo de contracción en el mayor mercado automotor mundial. El segmento de vehículos de pasajeros cayó un 3.9% a 1.53 millones de unidades, mientras que el de vehículos comerciales se contrajo un 6.4% hasta las 281 mil.
En el acumulado anual, el mercado chino ha caído un 11% hasta 14.1 millones de unidades, lo que tiene muy preocupado a las marcas globales que llevan años invirtiendo fuerte en China en busca de los consumidores locales.
Pero no son sólo ellas las que han sufrido, sino también las marcas locales, normalmente enfocadas en los segmentos de clase media y baja del interior de China, donde la contracción ha sido aún más manifiesta, con el gigante Geely, por ejemplo, bajando sus ventas sobre un 24% sólo el último mes.
Otro mercado que ha estado golpeado es el de los autos ecológicos, fuertemente incentivados por Beijing a través de subsidios millonarios a la inversión en tecnología, y a la compra de autos eléctricos.
A fines de junio, el gobierno acabó con los subsidios para el 50% de los modelos ecológicos y sus ventas se desplomaron. BYD, el mayor productor y vendedor de autos eléctricos, bajó sus ventas en julio un 12%, su primera caída en varios años.
Las ventas totales de eléctricos e híbridos plug-in cayeron en China un 4.7% durante julio hasta casi 80 mil unidades, pero en el acumulado aún hay cifras positivas, con un alza del 41% en siete meses y 700 mil unidades entregadas.
El único problema es que el resto de los subsidios estatales acaban en 2020, y tal como se ve, la bonanza permanente del Dragón Asiático llegará a su fin para los fabricantes de automóviles.