Mercedes-Benz es pionero dentro del segmento de lujo en haber volteado a ver a las SUVs, eso es bien sabido por todos. La Clase M llegó en 1998 al mercado, mucho antes que BMW, Audi o Porsche decidieran incursionar en esta categoría que ahora domina al mundo.
De igual forma, la firma de la estrella de tres puntas fue la primera de las alemanas en considerar una SUV de tres filas de asientos y grandes proporciones, en aquel momento (2007) se denominaba GL y era una inmensa camioneta diseñada específicamente para el mercado norteamericano.
Con el cambio de nomenclaturas en 2016, la denominación de la SUV más grande dejó de ser solo GL para convertirse en GLS, lo que nos hace inferir que se trataría un Clase S, hecho camioneta. Sin embargo, en la práctica la GLS estaba muy lejos de ofrecer el mismo nivel de estatus, refinamiento, tecnología y lujo que el Clase S, un sedán que no solo es el buque insignia para Mercedes, sino toda una institución y referencia para el segmento de lujo.
Según la firma, con la llegada de la nueva GLS 2020, ahora sí estamos ante la Clase S de las SUV y con eso en mente, es que viajamos a los Estados Unidos, concretamente al estado de Utah con sus increíbles paisajes y parques nacionales para comprobar si lo que afirma Mercedes es cierto.
Imponente, pero de buen gusto
La nueva Mercedes-Benz GLS mantiene ese diseño de formas redondeadas y líneas sobrias que caracterizan a toda la gama de la marca (descontando por supuesto a la Clase G), podemos encontrar muchas similitudes estéticas con su hermana menor, con quien además comparte buena parte de los componentes mecánicos e incluso uno que otro panel de la carrocería. Me refiero a la GLE.
La GLS luce imponente, pero sin caer en la extravagancia o la exageración, podríamos decir que los trazos son incluso discretos y eso sí de muy buen gusto. Dicho de otra forma, la firma alemana no opta por ese recurso muy socorrido por otras marcas de otorgar una apariencia demasiado ruda a sus SUVs de mayor calado, como sí lo hace su rival más directo, BMW con la X7. Ya ni decir de exponentes como Lincoln Navigator o Cadillac Escalade, que a nivel de diseño no solo buscan imponer respeto, sino incluso, intimidar.
Así luce el @MercedesBenzMx GLS 2020 pic.twitter.com/tfVBg8q05L
— Autocosmos México (@Autocosmos) 28 de junio de 2019
La GLS es un titán, de eso no queda la menor duda, y prueba de ello son sus impresionantes medidas exteriores, así como el hecho de que puede calzar rines de entre 19 y 23 pulgadas. El largo es 77 mm mayor que antes, para un total de 5.2 metros, mientras que a lo ancho creció 22 mm, con lo cual ahora mide 1.96 metros. La distancia entre ejes ahora es de 3.14 metros (60 mm más), lo que se traduce en una ganancia de 87 mm de espacio para las piernas en la segunda fila de asientos, así como espacio suficiente para dos adultos de hasta 1.94 metros en la tercera banca. Si bien no soy tan alto, doy fe que un adulto de mi tamaño puede viajar comodísimo en esa última fila.
Lujo y modernidad en armonía
Puertas adentro, la experiencia es inmejorable, la calidad de materiales y ensamble están al nivel que esperaríamos de un Clase S, el diseño está muy bien logrado y balancea a la perfección por un lado esas formas sobrias que debe tener un Mercedes de alta gama, con lo más nuevo a nivel tecnológico que la firma puede ofrecer. Adentro abundan materiales como el cuero, madera y el aluminio.
En cuanto al equipamiento de conveniencia, la Mercedes-Benz GLS 2020 ofrece todo lo que podrías necesitar y muchas más cosas que quizá nunca llegues siquiera a utilizar. Por ejemplo, cuenta con 11 puertos USB y el climatizador automático puede ser de hasta 5 zonas.
Dale un vistazo al @MercedesBenzMx GLS 2020 pic.twitter.com/WX1KcskITi
— Autocosmos México (@Autocosmos) 28 de junio de 2019
El Head Up Display a color es el más grande de toda la industria y puede desplegar una gran cantidad de información, mientras que el techo panorámico también es el más grande del mercado. Siguiendo con las amenidades, la GLS cuenta con asientos con todos los reglajes eléctricos, con calefacción y enfriamiento, así como programa de masajes y esto aplica tanto para los pasajeros frontales, como para los posteriores, en caso de que haya sido configurada con el paquete de asientos ejecutivos atrás.
Entrando en materia de conectividad e info – entretenimiento, la GLS incorpora el nuevo sistema MBUX (Mercedes-Benz User Experience), que consta de dos pantallas de 10.25” de altísima resolución desde donde se pueden controlar todas las funciones del vehículo. Evidentemente, el asistente virtual “Hey Mercedes” está presente y es tan amigable para recibir instrucciones mediante comandos de voz, como lo son SIRI o Alexa por poner un par de ejemplos.
Hay una función de este sistema que es alucinante, se trata del navegador con realidad aumentada y lamentablemente, todavía no está disponible en México. Cuando la GLS se aproxima a una esquina, incorporación, etc. El sistema activa la cámara frontal y proyecta en la pantalla las imágenes reales del camino, sobre dichas imágenes el conductor ve a manera de holograma la instrucción que está enviando el navegador, como hacia donde hay que girar, así como el nombre de la calle. Es simplemente espectacular.
Adicionalmente, el MBUX cuenta con varias funciones especiales para la GLS, como el Off Road Counter, una aplicación que, a manera de juego, va asignando una calificación al conductor en función de su técnica de manejo 4x4.
En la segunda fila de asientos, al bajar el reposabrazos encontramos una Tablet desmontable, muy parecida a las que utilizan modelos como el BMW Serie 7 o el Audi A8, desde donde se pueden controlar funciones como el sistema de audio, clima, asientos y fragancia. Por si fuera poco, hay un sistema de entretenimiento opcional que consta de dos pantallas táctiles de 11” que también cuentan con la misma interfaz del MBUX y desde donde se pueden controlar las mismas funciones que con la Tablet, además de ser capaces de reproducir cualquier archivo de video o permitir la conexión de una consola de videojuegos por ejemplo.
Gran capacidad de carga
Con las 3 filas de asientos habilitadas, la cajuela tiene una capacidad de 470 litros, que, al plegar la tercera banca, crece hasta 1,350 litros. Si fuera necesario utilizar la máxima capacidad posible, al reclinar también la segunda fila de asientos, nos queda una base completamente plana de impresionantes 2,400 litros.
Adicionalmente, todos los asientos pueden ser reclinados con oprimir solo un botón, aunque evidentemente se pueden operar de manera independiente cada uno.
Redefine el concepto de calidad de marcha y refinamiento
Ya tras el volante, tuve oportunidad de manejar la Mercedes-Benz GLS 580, es decir la que tiene el V8 de 4.0 litros biturbo que para esta aplicación entrega la friolera de 489 hp y 516 lb-pie de torque. Se trata además de la primera aplicación de un sistema Mild Hybrid de 48 volts en conjunto con este bloque, con lo cual, este motor ya no necesita banda de accesorios, el compresor del aire o la bomba son de accionamiento eléctrico.
El motor eléctrico tiene una potencia de 22 hp y 184 lb-pie de torque y va montado justo entre el cigüeñal y la transmisión que es una automática 9G Tronic que no solo es suave, sino también es rapidísima. Al estar ubicado en dicha posición, el motor eléctrico puede funcionar como damper, permitiendo niveles de refinamiento inéditos. Es decir, elimina por completo las vibraciones que se producen por las transiciones de la caja, por el funcionamiento del Start & Stop o bien, al entrar en acción el motor de combustión luego de dejar de operar en modo eléctrico.
La potencia es enviada a las cuatro ruedas vía el sistema 4Matic que cuenta con bloqueo de diferencial, ya sabes por si algún día quieres hacer algo de conducción 4x4 (la capacidad de vadeo es de hasta 60 cm). Asimismo, la suspensión es neumática adaptativa con variación de altura y puede asociarse con la que es la tecnología que más me ha impresionado este año. Se trata del E-Active Body Control. Una maravilla que puede eliminar prácticamente por completo los balanceos de la carrocería.
¿Cómo funciona? Mediante sensores que van monitoreando el movimiento de la carrocería, así como una cámara que va leyendo el camino, la GLS puede anticiparse a las irregularidades del camino para así evitar movimientos no deseados. Cuenta además con un modo de manejo “Curva” en donde la carrocería se mantiene estable al pasar por curvas, y de verdad créeme cuando te digo que no parece transferir el peso al virar, casi como brujería.
Este e-ABC, solo se puede equipar con el sistema Mild Hybrid de 48 volts y esto es así debido a los picos de energía requeridos para hacer cosas como modificar de forma independiente y prácticamente instantánea la altura de cada rueda según lo desee el conductor al conducir fuera del camino. Sin embargo, los motores eléctricos que hacen esto posible, también se convierten en generadores cuando la suspensión se está comprimiendo al rodar en el camino y esto quiere decir, que la GLS es capaz de recuperar energía no solo de la frenada o cuando transita por pendientes, sino también con el simple hecho de amortiguar las imperfecciones de la calle. Por si fuera poco, la suspensión tiene también una función que le permite literalmente brincar, para así librarse de un atasco en superficies muy blandas como arena. Una locura, quizá la tecnología más impresionante que me ha tocado ver en un auto en mucho tiempo y que permite llevar la comodidad y calidad de marcha a niveles que no creí que fuera posible alcanzar.
Podría seguir hablando de las diferentes tecnologías, gadgets y funciones que incorpora la nueva Mercedes-Benz GLS y no acabaría nunca. Un par de ejemplos más.
Asistente automático de estacionamiento, por supuesto, pero la camioneta no solo hace maniobras para estacionarse por si misma, eso ya lo hace cualquier auto. Este asistente lo puede hacer cuando está remolcando, con lo cual se no habrá más sufrimientos para acomodar ese remolque en reversa.
Hay también un modo para auto lavado, que, al activarlo, cierra los espejos y cualquier ventana o el quemacocos para evitar que ingrese agua a la cabina, asimismo, desactiva los sensores de proximidad para impedir que todas las alertas estén suene y suene.
Asistencias a la conducción, también las tiene, el sistema DISTRONIC detecta las señales, así como otros autos para determinar la velocidad a la que debe circular, incluso al aproximarse a una curva es capaz de reducirla tanto como sea necesario para tomarla de manera segura.
¿Es entonces la Clase S de las SUV?
No queda la menor duda que la nueva Mercedes-Benz GLS 2020 es una camioneta impresionante, en extremo lujosa, silenciosa, refinada y poderosa capaz de llevar hasta 7 ocupantes con niveles de comodidad como de primera clase. Tiene además un aire de modernidad y tecnología de última hornada gracias a la teatral disposición e interfaz gráfica del MBUX.
Al equipar el e-ABC los niveles de confort, calidad de marcha y refinamiento se elevan a niveles que por lo menos yo, jamás había experimentado. Es un equipamiento opcional costoso, pero vale cada centavo.
Aun con lo anterior sigo creyendo que el Clase S se mantiene un escalón arriba, pienso que el buque insignia de Mercedes-Benz representa y entrega algo que una SUV no es capaz de brindar. Aun con lo anterior, hay que reconocer y aplaudir que la GLS 2020 se acerca y mucho, lo que significa que representa un salto cuántico en relación con su predecesora. Quizá el aspecto que la deja cerca, pero no al mismo nivel, es el hecho de que no deja de sentirse ese parentesco con la GLE, que en el caso de los sedanes no sucede, es decir, el Clase S en ningún momento transmite más parecido con el Clase E, que el esperable aire familiar, aun cuando éste último es un vehículo también soberbio.
¿Cuándo llega?
De acuerdo con Mercedes-Benz México, la GLS debiera llegar para el segundo semestre de 2020, quizá para entonces ya lo haga como año modelo 2021. De inicio, solo la GLS 580 (es decir la V8) está confirmada para nuestro mercado, aunque la firma está intentando también llevar la GLS 450 que emplea el nuevo motor 6 en línea de 3.0 litros con 367 hp.
Mercedes-Benz GLS 2020 ¿La Clase S de las camionetas?