A lo largo de los años, el SEAT Ibiza se ha caracterizado por su perfil juvenil que tan buenos dividendos le ha dado, y que, al mismo tiempo, le ha permitido ganarse una gran cantidad de seguidores. Un diseño cautivador, un manejo entusiasta, un correcto nivel de equipamiento, se conjuntaban en un paquete, que, además, presumía una etiqueta bastante atractiva.
Pero con la llegada de la quinta generación, algo de ello se perdió. Es cierto, que es un producto más maduro y serio, pero le hacía falta esa chispa de juventud, que no está del todo presente, al menos que se trate de los acabados tope de gama FR o inclusive del Excellence.
“Yo estaba en onda, pero luego, cambiaron la onda. Ahora, la onda que traigo no es la onda y la onda de onda, me parece mala onda y te va a pasar a ti” … todo parecía, que el Ibiza estaba en camino a convertirse en aquello que algún día Abraham Simpson nos advirtió.
Por suerte, antes de que esto pasara, en España se pusieron las pilas para desarrollar el SEAT Ibiza Beats 2019, una extrovertida versión, que nace con la finalidad de darle mayor jovialidad y jocosidad al Ibiza ¿Será que el Ibiza de nuevo recuperó la onda? Veámoslo a continuación.
CON TODO EL FLOW
Distinguir un Ibiza Beats es relativamente fácil, ya que en el exterior resaltan algunos elementos en color naranja (tono que de pronto, se puso de moda), como los espejos retrovisores o los biseles que enmarcan los faros de niebla. También destacan los rines de aleación de 16 pulgadas de diseño exclusivo, parrilla cromada, así como un pequeño anagrama trasero “Beast Audio”.
No parece mucho, pero por alguna extraña razón, es más que suficiente para llamar poderosamente la atención, sobre todo entre la comunidad vagueta, que en más de una vez te preguntan “¿dónde te hicieron estos cambios? ¡se ven bien padres! En este sentido, más de uno me cuestionó ¿es el turbo?; Además, no puedo quitarme de la mente el gesto de envidia que se dibujó en el rostro de mi vecino que maneja un Ibiza Style, cuando me vio llegar en el Beats … sinceramente lo disfruté. En este punto, no cabe duda, vuelve a ser extrovertido.
Puertas adentro, lo primero que resalta son los asientos forrados en alcántara gris con contrastes en naranja, mismo tono que encontramos en los pespuntes del volante y pomo de la palanca de velocidades, ambos forrados en piel, así como en algunos insertos ubicados alrededor de la pantalla central. En el tablero, un acabado plata que recorre a lo largo y ancho del tablero, también forma parte de la indumentaria especial. Pero si aún te quedan algunas dudas, encontrarás en el estribo el logotipo de Beats audio.
Al colocarse por encima del referido Style, encontramos que en la lista de equipamiento resaltan elementos como el techo panorámico, cuadro de instrumentos digital con pantalla de 10.2 pulgadas( altamente pedido por los fans de SEAT), iluminación ambiental, cargador inalámbrico para smartphones, o la pantalla táctil a color de 8” con conectividad con Apple CarPlay así como Android Auto.
En cuestión de seguridad, se cuenta con seis bolsas de aire (2 frontales, 2 laterales y 2 de cortina), frenos con ABS, control de estabilidad, asistente de arranque en pendientes, indicador de presión de neumáticos, y sistema de anclaje ISOFIX para asientos infantiles.
Sin embargo, el elemento estrella, es aquel que le da nombre a esta versión: el sistema de audio firmado por Beats Audio, el cual está compuesto por seis bocinas y un subwoofer colocados de manera estratégica en el habitáculo, además de un procesador de señal digital (DAB), así como un amplificador de ocho canales y 300W.
Creo que está de más decir que su fidelidad y calidad, es una garantía para los amantes de llevar la fiesta a bordo. Eso sí, no res recomendable que “le metas mano a la configuración”, ya que la ecualización predeterminada es resultado de un cuidadoso proceso realizados por los ingenieros de sonido de Beats Audio.
Sin duda, a más de uno le enamoró la lista de equipamiento, pero la verdad, es que no es del todo perfecto, ya que encontramos algunas carencias un tanto inexplicables, ya que, por el precio, esperaríamos un aire acondicionado automático, ya que el manual, además de lucir las perillas de toda la vida, no enfría con efectividad. En un día caluroso, en medio de un tránsito pesado, no será tu mejor aliado.
También nos hubiera gustado la inclusión de sensores o cámara de estacionamiento, elemento que, aunque pareciera no ser tan vital por ser un hatchback, nunca está de más, sobre todo cuando tus clientes objetivos no podrían ser tan experimentados al volante.
NO NECESITA NINGÚN HP EN EL "PARTY"
Y sí, esta pequeña frase que Maluma hizo famosa, explica a la perfección lo que pasa al volante del Ibiza Beats. La “party” está en el equipo de sonido, pero no detrás al volante, y es que contrario a la imagen relativamente sugerente, en el apartado mecánico no hay ninguna mejora, con relación a cualquier otro Ibiza (exceptuando el FR, claro está).
Esto quiere decir que bajo el cofre yace el conocido cuatro cilindros de 1.6 litros atmosférico de inyección multipunto, capaz de entregar 110 hp y 114 lb-pie de torque, mismo que se acopla a una transmisión manual de cinco velocidades.
Sin duda, la aceleración no es el fuerte del Ibiza, ya no es aquel hatchback respondón que llegó a ser. Ahora todo es más lineal y calmado. No es que sea lento, pero el hecho de que el torque se deje sentir hasta las 3,800 rpm hacen que la mayor parte del tiempo llevemos el motor en la parte alta del tacómetro.
Esto en teoría, debería ayudar a que obtuviese un eficiente consumo de combustible, que según SEAT es de 18.5 km/l en el ciclo mixto, cifra que a nuestro parecer es un tanto optimista, ya que a nosotros en el mejor de los casos nos arrojo cifras que en ningún momento superaron los 15 km/l.
En un ejercicio dinámico conseguimos rodar a 180 km/h, cifra que no queda muy alejada de los 190 km/h de velocidad máxima anunciados por SEAT, y aunque nos costó una eternidad alcanzarlos, es plausible la seguridad transmita por el esquema de suspensiones (McPherson adelante y eje semirígido atrás) aún a estos ritmos.
En zona de montaña es más o menos la misma historia, ya que es posible atacar las curvas con alegría, inclusive de noche, ya que los faros, cuentan con iluminación adaptativa. Los frenos de disco en las cuatro ruedas, también merecen su estrellita. Dinámicamente, no hay queja.
CONCLUSIONES
La apuesta del SEAT Ibiza Beats reside en una imagen atractiva tanto interior como exterior, la cual, con sólo algunos extras, les llena el ojo a muchos, sobre todo a los jóvenes, mismos que al escuchar el sistema de audio o al cuadro de instrumentos digital quedarán prendidos a el de inmediato. También el equipo de seguridad es muy bueno, pero aquí lo que prima es la vanidad, lucir bien ante los amigos y el o la novia.
Lo malo es que con al paso de pocos kilómetros, el amor podría estar en tela de juicio, y es que, tras pagar $307,500 pesos, estaríamos dispuestos a sacrificar ciertos elementos estéticos por cosas más funcionales como un mejor aire acondicionado, o porque no, un motor más efectivo y eficiente, que esté más a tono con la imagen dinámica del Ibiza Beats, como lo sería el 1.0 l TSI que monta el Ibiza FR. Lo peor del auto, y por mucho, es el propulsor.
¿El SEAT Ibiza recuperó la onda? Queremos conocer tu opinión.