Se sabe que los vehículos autónomos son el transporte del futuro y para que las personas vayan teniendo un acercamiento a este tipo de autos, Ford ha hecho pruebas que utilizan luces para indicar lo que el vehículo está haciendo y lo que va a hacer.
Para que las pruebas fueran lo más reales posible, la firma del óvalo desarrolló el proyecto "Human Car Seat" que instaló dentro de una Ford Transit Connect.
Con el conductor oculto en el asiento, peatones y ciclistas respondieron ante la luz blanca, azul y morada que la barra montada en el techo mostraba, para indicar cuando el vehículo estaba circulando, a punto de ponerse en marcha o de ceder el paso.
“Fundamentalmente, la gente necesita confiar en los vehículos autónomos y el desarrollo de un medio de comunicación visual universal es una clave para ello. Convertir a alguien en un “asiento de auto humano” fue una de esas ideas. Vimos que esta era la manera más efectiva de averiguar lo que necesitábamos saber”, manifestó Thorsten Warwel, gerente de iluminación principal en Ford Europa.
Las pruebas mostraron que el 60% de las 173 personas encuestadas después de encontrarse con la Transit Connect pensaban que se trataba de un vehículo autónomo. El color azul -más visible que el blanco- resultó ser el color preferido. También hubo un alto nivel de aceptación y confianza en las señales, proporcionando una base a partir de la cual los investigadores pueden desarrollar y perfeccionar el lenguaje visual.
“El contacto visual es importante, pero nuestro estudio demostró que, en primer lugar, los peatones miran lo que hace un vehículo. El siguiente paso es ver cómo podemos asegurarnos de que las señales luminosas sean más claras e intuitivas para todos”, aseveró Matthias Beggiato, del departamento de psicología de la universidad, con la que Ford trabajó en el proyecto "InMotion".
Cabe señalar que los conductores de "Human Car Seat", que recibieron formación para conducir de forma segura en todo momento, mantenían la vista en la carretera a través de un falso reposacabezas y accionaban una palanca especial para realizar indicaciones. Un asistente, oculto en la parte trasera, también supervisaba la carretera y se aseguraba de que el conductor dispusiera de agua.
A continuación puedes ver el video.
Experimento Ford