Gran parte de los autos clásicos que poseen un estado perfecto en cada uno de sus componentes -están nuevos- se debe a que no tienen uso, ya que viven guardados en cocheras o museos. Pero además de estas joyas detenidas en el tiempo, están aquellos ejemplares que fueron usados y posteriormente han sido restaurados para dejarlos impecables a nivel visual y mecánico.
Si bien esta tarea suena un tanto sencilla, la realidad es que se requiere de una gran inversión económica para llevarlo a un taller especializado dotado de toda la experiencia en la restauración de vehículos. Teniendo en cuenta que el mercado de rehabilitación de vehículos es enorme, los fabricantes de súper autos tienen sus departamentos encargados de restaurar de manera perfecta los ejemplares, a la vez que otorgan certificados de autentificación de la propia compañía, por lo que el valor es todavía mayor.
Una muestra de lo que estamos hablando es la reciente restauración de uno de los 763 Lamborghini Miuras que fueron construidos entre 1966 y 1972. Aunque Lamborghini Polo Storico, el departamento de restauración de la marca alemana, ya ha realizado varios trabajos de este modelo considerado como uno de los más bellos de la historia, este último se trata de un Miura único y especial: el SVR.
Haciendo un poco de historia, el Miura SVR se trata de una evolución de la legendaria Jota desarrollada por el piloto de pruebas de Lamborghini Bob Wallace. Después de que la Jota de Wallace se perdiera en un accidente, la demanda incesante de los clientes en los años siguientes llevó a Automobili Lamborghini a construir algunos modelos Miura SVJ y un solo Miura SVR. Este último se vendió en Japón, donde sirvió como el "modelo" tanto para el vehículo utilizado en el cómic “Circuit Wolf” como para la versión del auto a escala de Kyosho.
Concretamente, el Miura SVR llevado a Lamborghini Polo Storico es identificado con los números 3781 en el chasis, 2511 en el motor y 383 en la carrocería, tiene como origen la versión S en color verde en el exterior y negro en el interior. Luego de salir de la línea de producción de la fábrica de Sant’Agata y ser exhibido en la 50ª edición del Auto Show de Turín, el vehículo fue entregado a la concesionaria Lamborauto en Turín, Italia, el 30 de noviembre de 1968.
Después de cambiar de manos ocho veces en Italia, el Miura fue comprado en 1974 por el alemán Heinz Straber, que lo llevó de regreso a Sant'Agata para transformarlo en un SVR, un trabajo que requirió año y medio. En 1976, el automóvil fue vendido a Hiromitsu Ito y se dirigió a Japón, donde causó sensación, incluida la inspiración de la mencionada “manga” Circuit Wolf.
A 40 años de llegar a Japón y permanecer resguardado, la edad le vino encima al vehículo por lo que llegó el momento de restaurarlo. Para entender el trabajo realizado sobre este Miura SVR, la gente de Lamborghini Polo Storico tardó 19 meses en completar la restauración. Pero antes de iniciar la labor de renovación, el equipo ya tenía un desafío más, ya que el auto llegó a Sant'Agata en piezas.
Como parte de las alteraciones a las que fue sometido este Miura respecto al original, está la adición de cinturones de seguridad de cuatro puntos, asientos tipo racing y una jaula de seguridad extraíble. Estos fueron solicitados expresamente por el cliente y están destinados a mejorar la seguridad durante las exhibiciones en pista.