Si bien la incertidumbre reina en la mente de los mexicanos debido al TLCAN y las elecciones presidenciales, y como el prometer no empobrece, José Antonio Meade, candidato a la presidencia por la coalición Todos por México, aseguró que de ocupar este cargo “buscará una regularización de los autos ilegales que entran en el país por la frontera con EE. UU.”
Durante su gira por Sonora y Chihuahua (estados fronterizos), Meade reconoció que cuando fue secretario de Hacienda no fue posible ver el tema de manera integral, pero si llega a ser presidente lo asumirá desde todas sus perspectivas.
La Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores -AMDA- y la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz -AMIA- no tardaron en rechazar esta propuesta de regularizar vehículos chocolate.
De acuerdo con Guillermo Rosales Zárate, director general adjunto de la AMDA “la propuesta de legalizar los cientos de miles de vehículos ‘chocolate´ y/o ‘chuecos’ en México es preocupante sobre todo cuando viene de un candidato que siendo funcionario se dedicó a controlar este fenómeno”.
De 2006 al 2008 los vehículos usados importados superaron el número de vehículos nuevos vendidos en México.
Rosales asegura que cuando este candidato fue subsecretario de Ingresos y secretario de Hacienda fue un defensor de la legalidad y mantener el control a la entrada de vehículos ilegales.
En 2012 este tipo de unidades representó el 40.1% de los automotores nuevos comercializados, lo que contrasta con el 8.1% de 2017.
La introducción desmedida de vehículos usados extranjeros y los ilícitos que en torno a este fenómeno se generan como lavado de dinero, evasión fiscal y tráfico de armas tienen efectos negativos que repercuten en la economía, la seguridad y el medio ambiente
La AMDA urgió a frenar la entrada de vehículos ilegales, la cual se ha incrementado notablemente a partir de que la propuesta de regularización forma parte de las campañas de candidatos a Diputados y Senadores y que en el caso del PRI además de la promesa de regularización se acompaña de un censo y un tarjetón para “validar” la circulación ilegal.
Por su parte, la AMIA manifestó su absoluto rechazo a que los candidatos de elección popular federales y estatales reconozcan la ilegalidad y el fomento al contrabando, promoviendo propuestas de regularización de vehículos usados que fueron internados ilegalmente al país y los cuales no pueden acreditar su legal estancia.
Asimismo, recordó que la industria automotriz mexicana está a favor de la importación de vehículos usados que cumplan con las disposiciones vigentes, ya que el pegar engomados o dar tarjetas a los vehículos cuya estancia en México es ilegal, atenta contra el marco regulatorio.
Ambas asociaciones hacen un llamado a las autoridades federales y estatales para que sigan promoviendo la creación de nuevos empleos y las inversiones, garantizando el estado de derecho, en nuestro país
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