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Prueba de Manejo

Honda Odyssey 2018 a prueba

Una nueva generación, llena de detalles que vale la pena conocer

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Antes de empezar con esta crónica de manejo, me viene a la memoria algún pasaje de aquel libro que todos leímos alguna vez, llamado La Ilíada y la Odisea de Homero… 

¿A ver, qué rayos tiene que ver ese clásico de la epopeya literaria Griega con Honda?

¡No se prendan y sigan leyendo!

En la Odisea se nos cuentan las aventuras de Odiseo, uno de los héroes Griegos que fue a Troya, fue el que planificó la toma de la ciudad con el gran caballo de madera, pues bien lo que Honda ha hecho en el mercado de las minivanes con la Odyssey, ya que cual caballo de Troya se metió en el mercado de las tres grandes estadounidenses, y se ha vuelto el líder del segmento, y solamente tiene a la Toyota Sienna como serio rival –en precio y concepto-. En México las marcas del óvalo y el corbatín dejaron el paso libre a las japonesas, y solamente Chrysler le pelea con la Pacífica, pero es mucho más cara.

Ahora si, después de las concatenaciones entre la Grecia Clásica y los segmento automotrices, entremos de lleno en la Honda Odyssey.

Antedecentes

La primera vez que el mercado estadounidense conoció a Odyssey fue en 1994, hubo que esperar hasta 1999 para que nos llegara a México, justo en esos años cuando Honda y Toyota se establecieron en nuestro país y pudimos conocer este concepto de vehículos familiares, desarrollados sobre plataformas de sedanes –en el caso de Honda, hablamos del Accord- utilizando la misma motorización, pero con un enfoque de comodidad, lujo y ergonomía que el mercado no conocía.

La Odyssey se posicionó rápidamente en el gusto de los consumidores, y de pronto se empezó a ver por las calles.

Ahora pudimos probar la nueva generación, que aunque guarda bastante parecido con la 2017, es completamente nueva.

Precio $797,900

Características Técnicas y Mecánicas

Porta un motor V6 de 3.5 litros con 24 válvulas, SOHC (Single Over Head camshaft) y con la tecnología i-VTEC que entrega 280 hp de fuerza en un rango de 6000 rpm, la fuerza de torque es de 262 lb-pie a las 4700 vueltas.

Otra de las innovaciones es la transmisión automática de 10 velocidades, con paletas en el volante que envía la fuerza de tracción al eje delantero, y tiene una capacidad de remolque superior a la tonelada y media. La suspensión es McPherson en el eje delantero, y eje multibrazo atrás, calza llantas de 235 mm de ancho, perfil 60 montadas en rines de aleación de 18 pulgadas.

Las dimensiones son 5.16 metros de largo, la altura es de 1.76 continuemos con la anchura  que es de 2.10 metros, y por último la distancia entre ejes que es de 3 metros exactos y su peso es de 2,086 kilos.

Ofrece frenos ABS y nueve bolsas de aire además de las multiples asistencias de control de estabilidad, tracción, sensor de punto ciego, cámara de reversa con tres enfoques.

Confort

Sin la menor duda la Odyssey está pensada para pasar mucho tiempo en ella, la calidad de materiales está a la altura del precio que se paga, es más ya ni nos sorprenden, lo interesante es la cantidad de cosas que nos ofrece, desde una conectividad completa, hasta algunos “gadgets” que no nos hubiéramos imaginado, y para ello dividiré esta prueba en tres partes del interior, empezando con la primera fila de asientos, en donde el conductor y el pasajero tienen el control de casi todo lo que sucede a bordo.

Empezaré por el cuadro de instrumentos, que ahora es completamente virtual, en lugar de los tradicionales instrumentos de manecillas ahora encontramos una pantalla TFT (Thin Film Transistor) de 7” en donde además de graficar la velocidad a la que se circula, con algunos comandos desde el volante podemos también acceder a información del navegador, el equipo de audio, o cuando entre una llamada, los datos del remitente se despliegan en el centro de la pantalla, para distraernos lo menos posible del camino. Ahora pasemos a la pantalla central de 8", colocada en la parte alta del tablero, y que se une con la consola, esta mencionada pantalla táctil es el centro neurálgico de la Odyssey, ya que desde aquí y se puede controlar y monitorear prácticamente todo. Las funciones conocidas del Apple CarPlay o del Android Auto no necesitan ya de muchas explicaciones, y de la pantalla se controla todo relacionado al SmartPhone, que de hecho se guarda en la consola central en donde encontramos los puertos USB de carga y conexión. Regresemos a la pantalla táctil, en donde Honda ha integrado algunas funciones interesantes, la primera se llama “Cabin Watch”, en donde el conductor –cual Big Brother- puede observar todo lo que pasa en la segunda y tercera fila de asientos, y además de que se puede ver lo que pasa, se puede usar un sistema de altavoces llamado “Cabil Talk” en donde el conductor puede regañar a los ocupantes y será transmitido por las 10 bocinas, por lo que será la delicia de las mamás gritonas, y el martirio de las pobres criaturitas que serán vigiladas en todo momento de no cometer fechorías a bordo.

La segunda fila de asientos es amplia y cómoda también, es configurable para dos o tres pasajeros, y el asiento central puede ser removido, y los sillones individuales pueden posicionarse más al centro, o dejar un amplio pasillo entre ellos. Los ocupantes de esta fila tienen a su disposición una pantalla de 9” plegable empotrada en el techo, y en ella se pueden ver películas en formato DVD Blue Ray, con control remoto y con un par de audífonos inalámbricos, en la segunda fila además de encontrar puertos USB, hay uno HMDI en donde se pueden conectar consolas de videojuego. Si ustedes creían que los ocupantes de esta fila de asientos se librarían de la mamá gritona, les tengo malas noticas, es sistema (Cabin Talk) de regaño audible de Honda, también tiene una función para que los improperios de la progenitora enfurecida se escuchen en los audífonos también.

La tercera fila de asientos es grande cómoda y funcional, y con el sistema Magic Slide de los asientos de la segunda fila, es muy fácil acceder a ella, aca también encontramos un puerto USB, y un control de volumen, para disminuirlo en esa zona, y escuchar menos a la mamá gritona, que hará las delicias cuando descubra el sistema Cabin Talk ¡Ya me imagino si mi mamá hubiera tenido ese gadget en nuestros vehículos familiares!

Cajuela

Otra de las virtudes de la Odyssey es la amplísima área de carga, sea con las tres filas funcionales, o con la tercera fila oculta.  La capacidad de carga es 929 litros con las tres filas de asientos funcionales, si se pliega la tercera el espacio aumenta hasta los 2,452 litros, y si se abate la segunda fila se aumenta el espacio para albergar una capacidad de 3,973 litros

Manejo

Bajo el cofre de la Odyssey se encuentra el que yo creo será el último V6 aspirado de la marca, o por lo menos la tendencia así nos lo indica, ya que el nuevo Accord no lo usa más ya que Honda está recurriendo a mecánicas más pequeñas, y con turbocompresores para compensar el desplazamiento.

Nuestra Odyssey tiene el confiable V6 de 3.5 litros normalmente aspirado de inyección directa de combustible que entrega 30 hp más que el modelo anterior, y está acoplado a una caja automática de 10 cambios, otra de las innovaciones mecánicas del modelo y para empezar nuestro trayecto ya no hay que accionar una palanca, ahora hay que presionar teclas, un sistema heredado de Acura, la marca de lujo de Honda.

Es un vehículo de grandes dimensiones, y gracias  los retrovisores exteriores se puede uno acostumbrar rápido al tamaño, la visibildad es muy buena, y la agilidad de reacciones sorprende, ya que el torque de 262 lb-pie del V6 nos entrega respuestas inmediatas. Se maneja como coche, y gracias a la masa de un poco más de dos toneledas el aplomo es mucho mayor de lo que se pueden imaginar, es más se maneja muy bien en velocidades de crucero, o un poco por arriba de los límites de las autopistas, y aunque parezca descabellado se pueden trazar curvas de forma agresiva, y si el conductor no titubea, la Odyssey tampoco lo hará, si bien no es un vehículo con ninguna prestación deportiva, si te tienen manos y aplomo puede hacer pasar una que otra vergüenza a un deportivo en una autopista.

Gracias a la caja de 10 cambios los consumos son contenidos, si bien un vehículo d e este tamaño y peso no es un ejemplo de economía de combustible, lo hace muy bien y si el conductor es cuidadoso con el pedal de acelerador, y utiliza el sistema ECON, los casi 75 litros del tanque le duraran muchos kilómetros. En trayectos urbanos la gestión de la transmisión fluctúa entre 4ª y 6ª velocidad, en carreteras –según la orografía el la caja funciona entre 3ª y 7ª velocidad, y por último en velocidades constantes de crucero en autopistas planas la caja funciona entre 6ª y 10ª velocidad, y si hay que hacer un rebase súbito, los cambios descendentes o mejor conocidos como “downshift” son hechos no de forma escalonada, es decir, no se pasa de 10ª a 9ª velocidad, por ejemplo si se circula a 110km/h en autopista en 10ª velocidad y hay que hacer un rebase o maniobra rápida, con solo presionar el acelerador a fondo la caja se va a 6ª, lo que nos entrega un torque más lineal y una respuesta más rápida.

Conclusión

La Odyssey es un producto completamente encasillado en el segmento de las Mama Vans, y creo que es un poco erróneo, ya que el estilo quizá se vea como la típica van en la que la mamá lleva a los niños al colegio, en cuanto a equipamiento y desempeño se aleja mucho de ese concepto de vehículo sexista y de señora para ir a  súper mercado, se maneja muy bien, y tiene pocos peros y pocos cuestionamientos, el único quizá es el precio alto que no todos podrán pagar. Quizá lo que me parezca un exceso es el sistema de “Regaño en las 10 bocinas”, prefiero escuchar a todo volumen The Helion/Electric Eye de Judas Priest,  rola que por cierto fue utilizada para el anuncio introductorio de la generación anterior de Odyssey en EE.UU.

 

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