Históricamente, Honda es de esas marcas que es reconocida por su eficiencia de combustible. No hay que esta característica está presente desde el S500, su primer automóvil de producción, mismo que era impulsado por un diminuto motor L4 de 531 cc productor de 44 hp, que, gracias a un peso pluma de 680 kg, no sólo lo hacían un roadster muy divertido de manejar, sino también bastante ahorrador.
Otro ejemplo lo tenemos en el Civic de primera generación, que, sin necesidad de electrificación, es considerado el primer auto ecológico de la marca. Este título lo logró gracias al uso del sistema Compound Vortex Controlled Combustion (CVCC) que permitió librar tanto la crisis del petróleo de 1973 como las entonces estrictas normas de emisión sin necesidad de un catalizador. Ya ni hablemos de la tecnología i-VTEC o Earth Dreams.
Con estos dos ejemplos queda claro que la eficiencia de combustible está en el ADN de la marca, pero aquí lo interesante es saber si sólo esta filosofía está presente en autos como el City o Fit, o su todos sus modelos, incluso aquellos que participan en segmentos tradicionalmente “gastalones” cumplen esta premisa.
Bajo esta premisa, la marca japonesa nos invitó a participar en la prueba de Rendimiento Honda, disponiendo seis modelos diferentes a la prensa mexicana especializada (Fit, City, HR-V, Pilot, Odyssey) con el único fin de conocer cuál es su rendimiento real en una ruta CDMX-Taxco (Guerrero)-Tequesquitengo (Morelos)-CDMX.
La premisa era muy sencilla, llenar el tanque de combustible a todo, para después sellar la tapa del depósito para asegurar que no se hiciera trampa. Al final, el objetivo era ver si, en un manejo normal, era posible acercarse a las cifras de consumó oficiales. Sólo había una cláusula, tener cuidado con los límites de velocidad, ya que las multas correrían por nuestra cuenta.
A nosotros se nos asignó Odyssey, junto a otros tres pasajeros (cuatro en total) con maletas incluidas. La verdad, es que, nunca en nuestra vida nos había dando tanto gusto que se nos asignara una minivan y es que en verdad no hay nada mejor para realizar viajes largos que en este tipo de vehículos.
Sobre el desempeño dinámico ya hablamos largo y tendido en la respectiva prueba a fondo de la Honda Odyssey, pero, aun así, este trayecto nos sirvió para refrescarnos la memoria, comenzando por los asientos, tan suaves y cómodos como un reposet.
Mecánicamente, la Odyssey es impulsada por un V6 de 3.5 litros con 280 hp y un torque de 262 lb-pie, mismo que se acopla a una caja automática de 10 velocidades con maletas en el volante. El peso de la versión Touring es de 2,060 kilogramos.
Con estos datos, tanto en la teoría como la práctica, tenemos que la Odyssey es un vehículo que sufre en la ciudad, y no por la falta de confort, sino porque su consumo se ve afectado. Además, en ciudades como Taxco, sus dimensiones (5,183 mm de largo; 1,995 mm de ancho y 1,735 mm de alto) hicieron que sudáramos la gota gorda más de una vez. Por cierto, en las empinadas calles agradecimos el torque del motor.
En cuanto al desempeño en carretera sorprende lo bien que funciona la caja automática, ya que en la mayoría de las veces es imperceptible su accionar, sólo en algunos cambios descendentes se nota un ligero tirón como los de antes. Mantener velocidades en torno a los 110 km/h promedio (límite en la mayoría de las carreteras del país) resulta una tarea sencilla, salta a relucir que su principal mercado es el estadounidense.
Aquí vale la pena aclarar que los cuatro pasajeros no representábamos ningún esfuerzo mayor para Odyssey (aún con el aire acondicionado encendido), simple y sencillamente podía con nosotros y con más. Hubiera resultado interesante en que al menos hubiéramos ocupado seis plazas para ver si se afectaba en algo el desempeño.
Finaliza la prueba de #RendimientoHonda a bordo de la #Odyssey y sorprendentemente cumplimos la meta de acercarse al rendimiento mixto oficial de 12.7 km/l. Según la computadora en los 350 km recorridos logramos un consumo de 11.7 km/l... ¿Qué opinan? @HondaMexico pic.twitter.com/v9IWXtGhY2
— Autocosmos México (@Autocosmos) August 20, 2019
Al final, y de regreso en la Ciudad de México, la computadora de viaje nos arrojó que en total recorrimos 349.7 kilómetros, promediando un consumo medio de 11.7 km/l, acercándonos peligrosamente a los 12.7 km/l que la marca anuncia oficialmente en el ciclo mixto. Puede que estas cifras sean elevadas para un auto, pero para un vehículo de dos toneladas, no están nada mal. Incluso, superamos los 10.57 km/l reportados en el portal gubernamental ecovehículos.
De hecho, entre los tripulantes, llegamos a una conclusión ¿Qué pasaría si Honda se animara a lanzar una versión híbrida? Sin duda, resolvería su principal punto débil, el consumo en ciudad, y es más que probable que en carretera, que es en donde mejor se comporta, mejoraría sensiblemente sus cifras. Ojalá que los japoneses se animen a hacer algo así.
Esta fue nuestra experiencia, pero si tú tienes o manejas una Odyssey, nos gustaría conocer tu opinión al respecto.