Oficialmente desde el Mégane II (2002-2009), el compacto de Renault no ha contado con una carrocería de tres volúmenes, dejando esa labor al Fluence cuyos orígenes se remiten al Samsung SM3. Por ello resulta destacable la presentación del nuevo Mégane Sedán 2017, el cual será un excelente complemento en los países cuya preferencia se inclina hacia los modelos con cajuela.
Pese que el frente se mantiene inalterado con respecto a la versión hatchback, es a partir del poste C donde se encuentran las diferencias más obvias, sorprendiendo la buena integración del tercer volumen e incluso hay quienes creen que parece un Talismán a escala.
La capacidad de cajuela es de 508 litros e integra el sistema de apertura “Easy Trunk Access”. Dentro del habitáculo todo se mantiene inalterado, por lo que la adición de un techo panorámico (reservado para la variante tope), es la mayor diferencia.
En una primera instancia y dependiendo del país donde se comercialice, el Renault Mégane Sedán será impulsado por un motor a gasolina 1.2 litros TCe con dos salidas de potencia: 115 hp y 130 hp, mientras que, en el diésel, cuenta con un 1.5 dCi (90 y 110 hp) y un 1.6 dCi de 130 caballos de fuerza.
Producido en la factoría de Renault en Bursa, Turquía, en una primera etapa se pondrá a la venta en 20 países y aunque no se menciona nada sobre su llegada a México, es muy probable que tarde que temprano lo veamos en nuestro territorio, sobre todo si consideramos que el Fluence pasará a mejor vida.
Sólo esperemos que Renault se anime y traiga lo más pronto posible al nuevo Mégane Sedán 2017 a nuestro país (¿será mucho pedir que haga lo mismo con el Talismán?), ya que vendría a jugar en uno de los segmentos con mayores ventas en el mercado nacional.
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