Antedecentes.
La nomenclatura 200 apareció en el año 2010, con un extraño vehículo que no a todos gustó, era una clara interpretación de un auto hecho por un comité pues presentaba elementos de casi todos los Chrysler y Dodge de años anteriores, por ejemplo un cofre con un diseño forzado que lo hacía parecerse al Crossfire. Para no entrar demasiado en detalles basta decir ese modelo era inferior a sus competidores.
En el 2014 se presenta la nueva generación del 200, con un diseño muy bien cuidado y balanceado que lo coloca inmediatamente como mejor diseño de su segmento, bien por Chrysler que decidió darle una renovación total a uno de los vehículos que lo había posicionado en el gusto de los consumidores, léase Stratus-Cirrus y que está construido sobre la plataforma compartida FCA (FIAT Chrysler Automobiles), que utiliza también ALFA Romeo en el Giulietta, Dodge en el Dart y Jeep en la Cherokee.
Precio: $ 459,900
Características técnicas y mecánicas
Sin la menor duda nos encontramos ante uno de los mejores diseños de Chrysler en los últimos 20 años, la carrocería está muy bien lograda y pese a ser un sedán de cuatro puertas, las líneas le confieren una apariencia ágil y hasta sensual, insisto todo en el exterior del 200C está muy bien logrado.
Las medidas exteriores lo situian claramente en el segmento de los sedanes medianos, ya que la longitud total es de 4,884 mm, la anchura es de 1,871, la altura es menor a metro y medio, 1,491mm hecho que lo hace ver deportivo y por último la distancia entre ejes de 2,742 mm lo hace confortable para los ocupantes.
La motorización que monta la versión también es un acierto, se trata del Pentastar V6 de 3.6 litros que tantas satisfacciones le ha dado a Chrysler, que entrega la nada despreciable cifra de 295 hp en el rango de las 6,350 rpm, colocándolo como el más potente del segmento. La fuerza de torque también es notoria, hablamos de 262 Lb-pie a 4,250 giros del motor.
La transmisión también es de nueva generación, es de nueve cambios, que puede funcionar en modo completamente automático o el conductor puede acceder a los cambios de velocidad mediante las paletas en el volante. La tracción es delantera, aunque el fabricante ofrece una tracción integral disponible en la gama más alta, Chrysler México decidió no ofrecer esa opción en el mercado nacional.
Las nanas electrónicas.
El vehículo está dotado de muchos sistemas que en verdad harían palidecer al mismo Walter P. Chrysler, ya que parecen cosas del diablo o quizá de un ángel guardián como el sistema de advertencia de colisión frontal, que funciona mediante sensores que monitorean el tráfico delante nuestro, y en dado caso que detecten una súbita disminución de velocidad del vehículo que nos antecede, nos indica con una alerta luminosa y una alarma que hay una “colisión Inminente” y si en los escasos nano segundos el conductor no reacciona, el auto frena súbitamente, evitando así la colisión inminente… un “gadget” muy útil en una carretera con un flujo constante en donde por regla general el conductor va distraído, ensimismado en sus pensamientos o hipnotizado por las líneas discontinuas del camino, pero verdaderamente intrusivo y molesto en lugares con tránsito denso y agresivo como el de la CDMX, en donde la cercanía con el vehículo de adelante puede medirse en centímetros. Este sistema afortunadamente puede atenuarse o de plano desconectarse.
Otro sistema con el que cuenta es con el sensor de punto ciego y de proximidad, muy útil cuando nos avisa con una alerta lumínica cuando circulamos por una carretera fluida, pero también incómodo cuando se está inmerso en el tránsito citadino, aunque también es posible atenuarlo.
Un sistema que muchos agradecerán es el park assist, que permite que el auto se estacione solo ya sea en cordón o en paralelo, que también tiene sus bemoles, ya que con el sistema activo, y aun cuando el conductor decida estacionarse por voluntad propia, el auto llegará a la conclusión de que la maniobra es peligrosa y hará sonar una alerta y si el conductor no se detiene el 200C tomará la decisión y aplicará los frenos, y no se moverá hasta que el conductor opte por desconectar la asistencia de estacionamiento.
Confort
Los interiores son lo más destacable del 200C, si bien el diseño exterior es un verdadero acierto, la atmosfera interior denota calidad, buenos materiales y una gran carga tecnológica la cual hay que analizar por partes:
El accionamiento de la transmisión ya no es mediante una palanca situada en la consola central o en la columna de la dirección, en este caso se trata de una perilla selectora al más puro estilo del Jaguar XF por el modo de manipulación, y su apariencia nos recuerda al iDrive de BMW, tiene las mismas funciones que todas las cajas automáticas, es decir P, R, N, D y por último la S, que al aplicarla el conductor puede hacer los cambios ascendentes y descendentes con las paletas del volante.
El sistema de inforentertenimiento: Se concentra en una pantalla táctil de 8.4 pulgadas en donde se puede acceder prácticamente a todos los sistemas del vehículo, desde la protocolización de un teléfono vía Bluetooth, la reproducción de música mediante el sistema audio streaming (Bluetooth Audio), la completa programación y manipulación del sistema de navegación, y los controles del climatizador – que huelga comentar están “duplicados” ya que en la consola junto a la perilla de la transmisión encontraremos perillas físicas para el mencionado sistema de A/Ac
El sistema UCONNECT de Chrysler permite una gran cantidad de interacción con el teléfono enlazado, mediante un complejo y largo proceso de adaptación entre el Hombre-Maquina el Chrysler 200C puede virtualmente leer los mensajes de texto recibidos en el “Smart phone” o acceder al sistema de navegación con un solo paso (mediante una programación previa). Para los menos “geeks” el sistema ofrece métodos de vinculación con dispositivos externos más convencionales, es decir se puede conectar un teléfono o una tableta mediante un puerto USB para escuchar música almacenada en formatos MP3 y ser reproducida en el sistema de audio de más de 500 watts con nueve bocinas.
Las tapicerías son de piel con un diseño sobrio y elegante, el asiento del conductor tiene ajustes eléctricos y en general la combinación de materiales en el interior está bien balanceada y nos brinda una atmosfera de calidad y el ambiente es de un coche caro, no olvidemos el precio de $459,900 pesos.
Manejo
Sin lugar a dudas el 200C es la muestra de un vehículo de la era electrónica, ya que está dotado de muchas asistencias –yo las llamo nanas- que hacen del manejo una –según los creadores de dichos sistemas- una experiencia más segura, empecemos por el principio. De entrada cuenta con un sistema de acceso sin llave, cosa que no es ninguna novedad pues casi todos los fabricantes equipan sus vehículos de rango medio-alto con este tipo de adminículos que son realmente cómodos. Al poner en marcha el 200C es en donde la “experiencia” electrónica surge, ya que se iluminan dos pantallas, una justo al centro de los instrumentos análogos y otra enorme en la parte central del tablero.
Ya una vez con la perilla selectora el D, emprendemos la marcha, que es contundente gracias al V6 y los 295 hp que genera, la transmisión actúa de manera suave casi imperceptible y si elegimos la opción S (Sport) podemos hacer los cambios manualmente, no es una caja de doble embrague, es una automática tradicional, pero nos permite jugar un poco, siempre y cuando nuestras pretensiones de cambios de velocidad- sobre todo descendentes- estén en un rango seguro de revoluciones, si no es así el sistema simplemente nos ignora y no ejecuta la orden que acabamos de dar.
El comportamiento dinámico es muy bueno, las aceleraciones contundentes, la suspensión (independiente adelante y multibrazo atrás) transmitirán lo que pasa en el camino de forma suave pero con la firmeza necesaria para que el conductor se sienta dueño de lo que pasa en el camino, y así si lo decide conducir con promedios altos, ya que la motorización y bastidor están a la altura, lo único que no nos encantó fue el tacto de los frenos después de un buen rato de abusar de ellos, se sienten esponjosos, si bien no es que frene mal, la sensación no está al nivel del vehículo y de su precio.
Conclusión
El 200C es la carta fuerte de Chrysler en un segmento dominado por el Volkswagen Passat y los japoneses Accord de Honda y el Camry de Toyota, sin olvidarnos de los demás contendientes del segmento como son el Mazda6, el Nissan Altima, el Ford Fusion, el Chevrolet Malibu quienes tienen ya mucho arraigo y posicionamiento en el gusto del consumidor.
El cliente fiel de Chrysler notará la diferencia y el salto cuantico en calidad –y en precio- con este producto y seguramente lo amará, los nuevos consumidores encontraran el el 200C una opción interesante, dado que su estampa exterior y desempeño son los mejores del mercado, pero para obtenerlo hay que desembolsar casi medio millón de pesos.
Habrá que ver como se comportan los precios de reventa de la nueva generación del 200, ya que hoy día ese también puede ser un factor de decisión de compra, y la marca de la pentaestrella no goza de buena reputación cuando hablamos de los precios de los modelos anteriores.
Prueba de manejo Chrysler 200C 2015