Antecedentes
Develado como concepto en el Salón de Frankfurt de 2009 y un año más tarde presentado en el Salón de París en su forma de producción final. Se trata de una propuesta de Renault para resolver el reto de la movilidad urbana de una manera muy original y atractiva.
Podríamos definir al Twizy como una mezcla entre un auto y un scooter (no requiere casco), un biplaza que acomoda a sus ocupantes en forma de tándem (uno delante del otro) y que a simple vista tiene pros y contras. Por un lado, sus reducidas dimensiones le permiten moverse entre el tránsito con mucha facilidad, es decir cabe en cualquier lado, aunque evidentemente con una velocidad máxima limitada y el hecho de que el habitáculo está expuesto a los elementos la practicidad no es su fuerte.
El Renault Twizy está a punto de iniciar ventas en México, a través de la unidad de negocios de Empresas (Flotillas) de la firma gala, con la idea de que una buena parte de las unidades colocadas sean a través de arrendamiento. Según la marca empresas especializadas en rentas para el sector turístico y de programas de car sharing como Carrot se han mostrado muy interesadas.
Evidentemente cualquiera podrá adquirir uno, aunque se trate de una flotilla de una sola unidad.
Características técnicas y mecánicas
Una de las grandes diferencias del Twizy en relación con un auto común se encuentra en sus dimensiones, es muy pequeño, tanto así que se le podría clasificar más fácilmente como una motocicleta. Mide 2.3 metros de largo y 1.2 metros de ancho, de hecho cabe perfectamente estacionado en batería al lado de otros vehículos estacionados en forma de cordón.
Es un vehículo 100% eléctrico, la motorización corre a cargo de una pequeña planta de poder montada sobre el eje trasero que entrega 20 hp y 42 lb-pie de torque que se alimenta de una batería de iones de litio que se ubica en la parte inferior del vehículo, es decir bajo los asientos y que requiere de entre 3 y 4 horas para recargar por completo con una estación de recarga especial. Tan solo la batería de 6.1 kWh pesa 100 kilos, es decir casi una quinta parte de la masa total del Twizy que es de 473 kilos.
Lo anterior permite entregar una autonomía aproximada (varía mucho en función de los hábitos de manejo) de 80 kilómetros.
Por lo que hace a la seguridad, Renault asegura que el Twizy es capaz de garantizar sin problema la integridad de los ocupantes (para un vehículo de su tipo). Ofrece bolsa de aire frontal, frenos ABS, cinturón de seguridad de cuatro puntos (para el pasajero frontal), barras estabilizadoras adelante y atrás.
Confort
El Twizy es un vehículo en verdad espartano, mucho más cerca del mundo de las motocicletas que del de los vehículos a los que estamos habituados. Bueno, incluso las puertas que abren en forma de tijera que por cierto son súper ligeras, transparentes y parecen no cerrar perfectamente bien, son opcionales en algunos mercados.
Renault sostiene que el habitáculo del Twizy fue diseñado de tal manera que el aire no llega a molestar a los ocupantes, en nuestra prueba pudimos comprobar que para el pasajero frontal es totalmente cierto, mientras que para el de atrás no tanto. Evidentemente esta situación hace que no extrañemos mucho el aire acondicionado o la calefacción, suponiendo que el clima no sea extremoso, asimismo una buena lluvia nos hará recordar esa similitud con las scooters de la que hablábamos anteriormente. La marca ha confirmado que habrá disponibilidad de unas puertas completas que permitirán aislar el habitáculo adecuadamente.
Los plásticos utilizados en el interior son ásperos al tacto, aunque lucen bastante resistentes y fáciles de limpiar. El conductor tiene a su disposición un volante muy simple, sin controles sofisticados o forro en cuero, el cuadro de instrumentos es una pantalla monocromática con la información mínima indispensable, es decir velocidad y el estado de la batería.
El espacio para los pasajeros es bastante bueno, de hecho se siente amplio, ingresar a la plaza posterior tiene su chiste y lo mejor es recorrer el asiento frontal hasta adelante para no contorsionarse demasiado. El espacio atrás es bueno y el único punto es que hay que sentarse con las piernas abiertas.
Manejo
El Twizy es diferente a cualquier otro vehículo y desde el inicio nos lo recuerda, evidentemente al girar la llave no hay ruido, lo único que hay que hacer es liberar el freno de mano y oprimir uno de los botones que están a la derecha del volante, ya sea “D” para avanzar hacia adelante o “R” para hacerlo hacia atrás, al oprimir ambos botones a la vez activamos Neutral.
Tras las primeras maniobras nos damos cuenta que la dirección y freno no cuentan con asistencias, por lo que hay que aplicar fuerza para manipularlos.
Hay que reconocer que jamás habíamos probado un vehículo en México que causara tanta sorpresa y empatía como el Renault Twizy, comúnmente cuando se trata de un auto exótico o una gran novedad si bien es cierto atraen muchas miradas, jamás nos había pasado que conductores vecinos de cualquier tipo de auto, edad o género bajara el cristal para preguntarnos por el pequeño Twizy con una gran sonrisa dibujada en la cara.
Habíamos mencionado que se trata de un vehículo de enfoque urbano y aunque los 20 hp pudiera parecer que son pocos, lo cierto es que el torque instantáneo que entregan los motores eléctricos le permiten moverse con soltura y al mismo ritmo que el resto de los vehículos. Sobre el 0 a 100 km/h no hay cifras oficiales, de hecho ni siquiera alcanza esa velocidad punta. La máxima es de 80 km/h, por lo que una salida a carretera en definitiva no es viable.
En cuanto a la calidad de marcha, el Twizy es un auto con un ajuste de suspensión muy rígido, esto tiene una razón de ser. Los ingenieros de Renault Sport fueron los encargados de la puesta a punto del vehículo y lo desarrollaron así para evitar que la carrocería rolara demasiado y los ocupantes se sintieran incómodos (recordemos que en algunos mercados las puertas son opcionales), de esta manera al pasar por una curva, el auto se queda completamente vertical. Aunque la penalización es que transmite absolutamente todo lo que sucede en el asfalto.
La dirección es rápida y muy directa, por lo que aunado con las contenidas dimensiones hace posible esquivar prácticamente cualquier bache. Aunque hay ocasiones en que pasar sobre la imperfección es imposible y nuestra espalda baja lo va a lamentar. Si a lo anterior sumamos el hecho de que los asientos cuentan con poca superficie acojinada, tenemos que el Twizy no es precisamente el rey de la comodidad.
Por último, la posición de manejo es adecuada e incluso los ocupantes van a la misma altura que los de otros vehículos, siempre y cuando no se trate de una camioneta.
Conclusión
El que Renault se anime a comercializar el Twizy en nuestro país es una gran noticia, como vehículo urbano es una propuesta interesante y perfectamente viable, aun considerando los ya mencionados inconvenientes.
Evidentemente lo más probable es que se convierta en un segundo para aquellos que busquen un vehículo ecológico y muy innovador.
Se suma al Nissan Leaf que acaba de iniciar ventas y al BMW i3 que llegará en el último trimestre del año como opciones eléctricas disponibles para el consumidor. Con la ventaja de que será sustancialmente más accesible y que puede cargar en un tomacorriente común sin ningún problema con el cable que viene integrado.
En definitiva el Renault Twizy se verá muy bien en paisaje de las grandes urbes mexicanas, ojalá y podamos verlo con mucha frecuencia.