La electrificación total del automóvil nos sigue mostrando que fue uno de los peores errores de la industria automotriz, pues sólo llevó a que muchos fabricantes automotrices se metieran en graves problemas económicos por el alto costo del desarrollo de estas tecnologías y el bajo interés del mercado.
La Unión Europea se subió a ese tren hace un par de años y publicó una ley que prohibía la fabricación y venta de vehículos con motores de combustión interna en su territorio a partir de 2035. Aunque esta decisión fue aplaudida por muchos, países como Italia y Alemania, que son grandes productores de autos y tienen importantes marcas en el sector, estuvieron levantando la voz en contra de esta ley.
Dos años más tarde, los representantes de la Unión Europea se reunirán el próximo 10 de diciembre para discutir diversos asuntos, entre ellos esta ley, que se espera sea suavizada, eliminando la prohibición, pero haciendo énfasis importante en el esfuerzo de los fabricantes por mantenerse innovando y mejorando sus tecnologías, al tiempo que con ello también se busca mantener empleos en el sector y plantas abiertas.
Uno de los factores que parece fue decisivo para esta medida fue el desarrollo de combustibles sintéticos y biocombustibles, que están proyectando una reducción en las emisiones en los próximos años. Incluso, los motores de Fórmula 1 funcionarán a partir del próximo año con este tipo de combustibles, buscando ser la plataforma en la que se acelere su desarrollo.
También, esta decisión impulsará el desarrollo de más modelos y motorizaciones híbridas e híbridas enchufables (PHEV), para reducir las emisiones, pues no se espera que la Unión Europea relaje sus estrictas medidas de control de emisiones contaminantes, así como las de consumo promedio de kilómetros por litro.
El proximo miércoles tendremos un mejor panorama sobre cómo se dibuja el futuro del motor de combustión interna.
