Volkswagen quiere mover sus productos desde China hacia otros mercados, y lo hará exportando más modelos desarrollados y fabricados ahí. La marca ya comenzó a enviar sedanes a gasolina hacia Medio Oriente hace unas seis semanas, y ahora analiza qué otros productos pueden adaptarse a distintos países. El objetivo es aprovechar la rapidez de desarrollo y el ecosistema tecnológico chino para competir mejor fuera de casa.
Thomas Ulbrich, director de tecnología de Volkswagen Group China, explicó a Reuters que los destinos que evalúan están en el sudeste y centro de Asia. Todo se decide en conjunto con Alemania para asegurar que cada mercado reciba el portafolio adecuado. La flexibilidad industrial también juega a favor, pues las plantas chinas de Volkswagen pueden producir vehículos de combustión interna y eléctricos en la misma infraestructura.

Sin embargo, Europa queda fuera de esta estrategia. La razón es técnica: la arquitectura electrónica y el software desarrollados en China no coinciden con lo que exige el mercado europeo. Aun así, Volkswagen destacó que su hub en Hefei ya puede desarrollar plataformas y tecnologías completas sin pasar por procesos de aprobación en Alemania, lo que reduce tiempos y costos. Según la marca, crear un nuevo vehículo eléctrico en China puede ser hasta 50% más barato gracias a la escala industrial y la red de proveedores locales.
La firma alemana también adelantó que muy pronto venderá fuera de China los modelos desarrollados sobre su nueva arquitectura electrónica creada en el país, aunque por ahora sin revelar en qué mercados debutarán. Esta estrategia forma parte del plan “in China for China”, con el que Volkswagen busca recuperar terreno frente a rivales locales cada vez más agresivos y, al mismo tiempo, enfrentar la competencia global de fabricantes chinos que ya están expandiéndose más allá de sus fronteras.