Con el lanzamiento del nuevo Cayenne Electric, Porsche abre un capítulo muy importante en su historia: su SUV más emblemático entra de lleno a la era eléctrica sin perder el ADN deportivo que lo hizo famoso desde 2002. Ahora, con hasta 1,156 hp y 1,107 lb-pie de torque en su configuración Turbo Electric con Launch Control, este modelo se convierte en el Porsche de producción más potente de todos los tiempos, pero también en uno de los más versátiles que la marca haya construido.
La gama arranca con dos versiones: Cayenne Electric y Cayenne Turbo Electric, ambas con tracción integral electrónica (ePTM). El modelo Turbo hace el 0 a 100 km/h en 2.5 segundos, cifras de superdeportivo, mientras que el Cayenne “de entrada” entrega 408 hp y hace el 0 a 100 km/h en 4.8 segundos, suficiente para que este SUV siga sintiéndose ágil y reactivo en el uso diario.

Porsche trasladó tecnología directamente de su experiencia en competencia, especialmente en gestión térmica y recuperación de energía. El Cayenne Electric alcanza hasta 600 kW de potencia regenerativa, lo que significa que en el 97% de las frenadas apenas intervienen los frenos mecánicos. Como opción, el Turbo puede montar frenos PCCB, por si el cliente quiere aún más consistencia en uso intenso.
El nuevo paquete de baterías de 113 kWh permite autonomías de hasta 642 km (WLTP). Gracias a la arquitectura de 800 V, admite cargas de hasta 390 kW, e incluso 400 kW bajo condiciones específicas. Con ello, el salto del 10 al 80% toma menos de 16 minutos, y bastan 10 minutos para recuperar poco más de 300 km de rango. Además, debuta la carga inductiva opcional de 11 kW: basta estacionar sobre una placa y dejar que el sistema haga el resto.

En diseño, el Cayenne Electric mantiene proporciones familiares, pero con un lenguaje más limpio y aerodinámico. El coeficiente de arrastre es de 0.25, uno de los mejores en su categoría. Destacan las nuevas luces Matrix LED, las puertas sin marco y los detalles Turbonite en la variante más potente. Para uso rudo, existe un paquete Off-Road con geometrías optimizadas.
El interior sube de nivel con el Porsche Driver Experience, un panel curvo OLED y la mayor superficie de pantallas jamás usada en un Porsche. También incluye modos de ambiente, calefacción de paneles y un techo panorámico con control de opacidad. La personalización se amplía con 13 colores, 12 combinaciones interiores y los programas Paint to Sample y Sonderwunsch.
