Según fuentes de proveedores consultadas por MoparInsiders, el esperado Dodge Charger Daytona SRT Banshee, un auto 100% eléctrico con arquitectura de 800 voltios, ha sido cancelado antes de ver la luz.
En los últimos seis meses, la compañía ha tomado decisiones que marcan un giro de 180 grados: el HEMI V8 de 5.7 litros regresará al Ram 1500 2026, el Durango 2026 solo se ofrecerá con HEMI en EE.UU., y Jeep confirmó la continuidad del Wrangler Rubicon 392 con motor 6.4 litros, incluso adelantando una futura variante Gladiator con el mismo corazón.
Esto refleja un cambio de prioridades motivado por la debilidad en la demanda de EVs, la presión de consumidores que no quieren despedirse del rugido de los V8 y ajustes internos en la dirección de Stellantis. El Ram 1500 REV eléctrico ya fue descartado como rival directo del Ford Lightning, y más recientemente, el Gladiator 4xe PHEV también fue cancelado. El Banshee era el siguiente en la lista.
El Charger Daytona eléctrico de 400 voltios, que sí llegó al mercado, no ha tenido la recepción esperada. Apostar por una versión más radical, con un precio probablemente de seis cifras, se convirtió en un riesgo demasiado grande en un momento en que los consumidores parecen enfriarse con los EV.
El futuro inmediato de Dodge está más cerca de los motores de combustión y la hibridación ligera que de la electrificación total. Tim Kuniskis, actual CEO de Ram y figura clave en la resurrección del músculo americano bajo Dodge, parece decidido a mantener viva la esencia visceral que los entusiastas demandan.
La marca está lanzando los Charger SIXPACK con motor Hurricane y versiones de cuatro puertas que ampliarán la oferta. Pero para los fanáticos de Mopar, Dodge escucha, y el rugido del V8 podría volver más pronto de lo que se imaginan.
